Cuando un barco sale a pescar nunca sabe si va a volver con las redes llenas. Lo que no se esperaba el martes uno de los arrastreros que faenan en las costas de Ibiza era regresar cargado con una lavadora y una lancha neumática, que había hundido algún desalmado, ya que además de estar rajada, no tenía ni la hélice ni las baterías.