Se parece a las baleares y a las de la Península, pero no es lo mismo. Y si un experto la compara con sus primas hermanas, encuentra tantas diferencias que no lo duda: es una especie distinta. Es la conclusión a la que cuatro investigadores han llegado tras analizar la santolina del islote de es Vedrà, 'Santolina chamaecyparissus. var. vedranensis' hasta la fecha y, si se impone el nombre, 'Santolina vedranensis' desde ahora. En un artículo publicado en una revista científica, Rodrigo Carbajal, Miguel Serrano, Santiago Ortiz (los tres del departamento de Botánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Santiago de Compostela) y Llorenç Sáez (del departamento de Biología Animal, Vegetal y Ecología de la Facultad de Biociències de la Universitat Autònoma de Barcelona) consideran que «hay datos sobre su morfología y genética que sugieren que podría reconocerse como una especie».

Hasta el momento, ese endemismo ha sido considerado una subespecie, pero estos científicos creen que debe subir un escalón más: «Genéticamente, los datos sugieren que la de es Vedrà no es cercana a la de Balears, sino que es más próxima a las poblaciones peninsulares. Pero además, respecto a las de Mallorca y Menorca y a las ibéricas hay diferencias morfológicas», explica Sáez. Por ejemplo, sus capítulos (inflorescencias racimosas o abiertas) son mayores, con hojas más largas: «Además, las brácteas [órgano foliáceo próximo a las flores, a las que protege] tienen pelos, algo de lo que carecen las ibéricas, como las de Alicante o Tarragona».

Estos investigadores fueron más allá de su aspecto: secuenciaron su ADN y llegaron a la conclusión de que «se agrupa con la 'Santolina benthamiana', un endemismo de los Pirineos con el que no tiene nada que ver, y con la 'Santolina villosa', de la zona del Levante, que es algo más parecida pero con la que hay diversas diferencias morfológicas». Las hojas de las peninsulares son más cortas y las brácteas no tienen pelos.

Consolidación

Esas diferencias morfológicas fueron la razón por la que en su momento se definió a la de es Vedrà como una variedad: «Pero ahora -indica Sáez- sabemos que la variedad de la que cuelga, 'chamaecyparissus', no se encuentra en la Península ibérica. Es una planta que no tiene nada que ver. Por eso lo más lógico es reconocer a la del islote como especie».

Los científicos sugieren, pero con el tiempo se verá si se impone su propuesta de que la 'Santolina de es Vedrà' sea tratada como especie: «El artículo ya está publicado en una revista internacional [desde el 13 de enero] y saldrá publicado en la revista Flora ibérica. Tiene, pues, vehículos de propagación potentes para que se consolide. Si en el futuro, dentro de 10 o 20 años, los biólogos siguen hablando de ella como especie, se habrá consolidado», comenta el biólogo.

Llorenç Sáez recuerda que hay un caso casi idéntico, el de la 'Euphorbia margalidiana', el endemismo del islote de ses Margalides: «De esa planta hay otra propuesta como subespecie. Como ya ha pasado tiempo, ya sabemos cuál es la ganadora: a la propuesta como subespecie casi nadie le hace caso».

«Los primeros que dijeron que la santolina de es Vedrà era diferente -detalla Sáez- fueron los botánicos Oriol de Bolòs y Josep Vigo en el año 1987. Pero no se atrevieron a etiquetarla como especie y la dejaron como variedad. Esos mismos autores son los que, curiosamente, bajaron a subespecie a la Euphorbia margalidiana. ¿Por qué? Porque tienen un criterio muy amplio de lo que son las especies. Consideran que todo lo demás son variedades o subespecies».

Las del mismo género que hay en Balears, la camomila de montaña, la manzanilla, se emplean para infusiones. Pero con la de es Vedrà pocas infusiones se pueden hacer. Es distinta hasta en eso: «No es tan olorosa „recuerda Sáez„ como la de Mallorca o la de Menorca. No tiene ese aroma tan fino y agradable».