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Toni Escobar
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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En 1923 un vecino de Sant Vicent de Sa Cala, Josep Marí Marí, ‘Pep Figueretes’, encontró casualmente uno de los materiales más importantes procedentes del santuario de es Culleram, una plaquita de bronce con inscripciones púnicas que custodia el Museo Arqueológico de Alicante y que ha cedido temporalmente al Museo Monográfico de Puig des Molins para que la exhiba con motivo del centenario de su hallazgo.
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