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J.A.Riera / Vicent Marí
Ver galería >Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
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Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
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Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
J.A.Riera
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
Vicent Mari
Antes de la pandemia, la Semana Santa era sinónimo del despertar de la isla tras el largo letargo invernal. Pero este año, y por segunda vez consecutiva, será especialmente atípica. Tanto que, como recuerda Verónica Juan, presidenta de la asociación de hostelería de la Pequeña y Mediana Empresa de las Pitiüses (Pimeef), «habrá incluso más restricciones que esta misma semana, hasta menos movilidad», ya que la Comunitat Autònoma se cerrará perimetralmente desde hoy: nadie puede viajar a estas islas desde la península, salvo por causa de fuerza mayor o por motivos laborales. Sí es posible visitar el resto de islas, algo que el Govern balear barajó prohibir a principios de esta semana, pero que finalmente descartó tras la presión ejercida por los consells y de las patronales.
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