Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Unos pocos locales se adaptan y ofrecen comida para llevar
J.A. Riera
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.
Desde el confinamiento de marzo, las calles de Vila y Sant Antoni no estaban tan tristes ni tan vacías como ayer, primer día en el nivel 4. Zonas antes bulliciosas, incluso en el nivel 3, se han apagado. Beber un café, sin embargo, aún es posible, pues no son pocos los bares que se han vuelto a adaptar a las circunstancias y se han reciclado como 'take away'. Muchos resisten, otros ya han tirado la toalla.