Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.
Una colorida mariposa rey (‘Papilio machaon’) fotografiada en Sant Joan.
JOAN COSTA
Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.
Una ‘Aricia cramera’ o ‘morena’, fotografiada en Sant Rafel.
JOAN COSTA
Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.
‘Blaveta’ en Cala d'Hort. identificada como ‘Polyommatus celina’ en los últimos años.
JOAN COSTA
Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.
‘Cynthia cardui’ en Puig d'en Valls.
JOAN COSTA
Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.
Mariposas del geranio (‘Cacyreus marshalli’) en Sant Rafel.
JOAN COSTA
Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.
Una mariposa blanca del grupo de los piéridos, concretamente una ‘Pontia daplidice’.
JOAN COSTA
Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.
Las mariposas tampoco lo tienen fácil. Al cambio climático, la pérdida de hábitats por la urbanización y el uso de pesticidas se suma ahora la sequía. Las plantas huésped de estos insectos se secan y mueren antes por la falta de agua, lo que permite augurar el declive de las poblaciones de muchas especies.