Cuando el Consejo General del Notariado abrió una lista de voluntarios para asistir las tres notarias provisionales abiertas en la isla canaria de La Palma para facilitar los trámites, de forma gratuita, a los vecinos que han perdido casas y cultivos por los efectos del volcán de Cumbre Vieja, el notario de Formentera, Javier González Granados, no se lo pensó dos veces y se apuntó.
No sabe cuántos colegas notarios de todo el país lo han hecho, pero se imagina que bastantes ya que si se inscribió en noviembre y le han llamado ahora, es que había otros voluntarios ya antes que él.
Las notarías provisionales están situadas en los ayuntamientos de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte, en espacios cedidos para tal fin, donde colaboran estrechamente con otras administraciones, como el Catastro. Cada una de ellas depende del Colegio Notarial de Valencia (El Paso), del de Canarias (Los Llanos) y del de Cataluña (Tazacorte). El objetivo es prestar asesoramiento a los afectados, ayudándoles a obtener, «con prontitud y transparencia, las pruebas documentales necesarias que les permitan acreditar sus derechos y acceder a ayudas e indemnizaciones», señala en una nota el Consejo General.
Javier González Granados explica que su labor será la de atender a las personas afectadas por la erupción volcánica: «Las primeras semanas las atendieron los respectivos decanos de los colegios citados y desde entonces, notarios voluntarios».
Admite que respondió a la llamada del Consejo general «porque me pareció una oportunidad única y excepcional desde el punto de vista profesional y personal y humano».
" Me pareció una oportunidad única y excepcional desde el punto de vista profesional y personal y humano"
En su caso asistirá a la notaría provisional de El Paso, entre el 31 de enero y el 8 de febrero. Pero dependiendo del tiempo que permanezcan abiertas no descarta tener que volver nuevamente.
Respecto al trabajo con el que se encontrará estará centrado exclusivamente «en problemas relacionados con la documentación de la gente afectada».
En caso de documentos que existían pero que se han perdido, «se trata de ayudarles a recuperarlos, dirigiéndoles al archivo donde puedan obtener las copias». Los supuestos más complicados «son los de la gente que no tenía documentación y que la va a necesitar para poder acreditar su situación a efectos de indemnizaciones, ya sean públicas o de seguros. Se trata de ayudarles a construir esa documentación tanto de la propiedad en sí como de la situación en la que se encontraba respecto a las construcciones, plantaciones y demás bienes», detalla el notario.
