Los indicadores de la actividad de la construcción en Formentera, teniendo en cuenta las solicitudes de obra mayor y de reforma registradas en el departamento de Territorio, no se han visto afectados por la crisis económica derivada de la pandemia Covid-19 y se mantienen en las mismas cifras. En cambio, las de obra menor se han visto sustancialmente reducidas.

El conseller de Territorio, Rafael González, manifestó: «Si nos fijamos en las solicitudes que entran a nivel de obra nueva, tanto en rústico como en urbano, y las reformas respecto a los cuatro últimos años nos mantenemos en las mismas cifras, por lo que la crisis sanitaria no está haciendo bajar las solicitudes en cuanto a licencias de obra mayor».

Sin embargo, se registra una excepción, «un dato atípico», según el conseller, ya que en los diez primeros meses de este año fueron presentadas 16 solicitudes de obra nueva en rústico, cuando el pasado año fueron 32 las peticiones de este tipo. El pasado año solo se resolvieron cinco licencias y en lo que va de este ya son 14 las licencias resueltas. No obstante, el tiempo de demora para conseguir una licencia de obra mayor se mantiene en los tres años, muy por encima de lo deseable. Mientras, en suelo urbano se han solicitado cinco licencias de obra mayor y se otorgaron ocho hasta el pasado mes de octubre, frente a las tres que se presentaron y resolvieron el pasado año.En cambio, hasta ese mes las solicitudes de obra de reforma, que requieren licencia, han alcanzado las 63, de las que 51 han sido resueltas, mientras que en todo el año 2019 fueron 68 y se resolvieron 59.

Tres años para una licencia

González detalló que «no ocurre lo mismo con las obras menores, que se han reducido». El conseller interpreta que esto se debe a que «hemos estado durante varios meses confinados y luego ha llegado la temporada y las obras menores son solicitudes para hacer al momento, mientras que para las mayores se pide la licencia y se consigue posteriormente».

El titular del área explicó, en cuanto a los plazos de consecución de licencias de obra nueva, que han tramitado «todos los expedientes hasta 20172, y ahora están empezando con los primeros expedientes de 2018». Al ser preguntado por si no era demasiado retraso admitió: «Sí, la media estaba en los tres años y ahora estamos empezando a rebajar ese plazo». Respecto a los motivos de tal demora indicó: «Tenemos un Plan Territorial Insular proteccionista y cuando se pide una licencia para una nueva edificación se debe ir con todas las garantías y estudiar que cumple con el PTI. Por eso tenemos este retraso», justificó.

Agilizar licencias

Sobre el número de expedientes de obra nueva que el departamento de Territorio tiene pendiente de revisar desde 2018, el conseller manifestó: «Lo que puedo decir es que este año hemos iniciado un cambio de tendencia que se hará perceptible de aquí a unos meses o un año, entonces se verá la mejora con la disminución de la carga de trabajo, de hecho ya estamos tramitando y resolviendo más licencias que en años anteriores».

González destacó que en estos diez primeros meses del año se han resuelto 14 licencias de obra nueva en rústico, « superior a la cifra de cualquiera de los tres años anteriores; lo mismo ha ocurrido en urbano, con ocho licencias, cuando en 2017 hubo cuatro».

El conseller recordó que en los últimos años han agilizado la tramitación de obras menores «para que se pueda hacer de un día para otro o a los diez días de presentar la comunicación al Consell».

En este apartado hasta el pasado mes de octubre se resolvieron 214 obras menores, cuando en 2019 fueron 282. En 2017 fueron un total de 384 y en el 2018, 375 obras menores.