Los formenterenses se preparan con tranquilidad ante el inicio, el próximo lunes, de la fase 1 de la desescalada del estado de alarma derivado del Covid-19. Y lo hacen con una mezcla de ilusión, inquietud, prudencia, sentido común y esa carga de escepticismo ancestral que ha hecho que esta isla superara, a lo largo de su historia, varias crisis sociales y económicas.

Este lunes 4 de mayo Formentera volverá a ser el foco de interés informativo de todo el país, y no por voluntad propia. La noticia de que este territorio se salta la fase cero de la desescalada del coronavirus pilló al sector turístico descolocado, y también a los políticos locales.

A partir de ese momento los contactos entre el Consell y los representantes del tejido empresarial insular han sido constantes con el objetivo de resolver las dudas de los empresarios y trabajadores para abrir sus negocios. pero sobre todo en qué condiciones.

Pepe Ferrer, del Bar Centro, estaba ayer preparando su local, con una amplia terraza en la plaza de la Constitució de Sant Francesc, para poder montar seis mesas. Mientras limpiaba la cocina, y a la debida distancia, resumió: «Ahora mismo, lo que sabemos es que podemos abrir el 30% de la terraza, es decir, seis mesas, pero lo que no sé es cómo incorporo al personal del ERTE, si se mantienen o no las ayudas, porque no los necesito a todos».

Este es el principal quebradero de cabeza de muchos empresarios, que se plantean si vale la pena abrir ante la posibilidad de perder las ayudas del Gobierno por la crisis del Covid-19.

Pocas horas más tarde y tras la reunión mantenida entre el Consell y el sector turístico, tanto el presidente de los hoteleros insulares, Vicent Tur, como el de la Petita i Mitjana Empresa (Pime), Pep Mayans, explicaron que parece que se podrán mantener las ayudas estatales del ERTE, descontando del mismo las horas que realice el personal necesario para atender, según avancen las fases de la desescalada, el servicio de estos establecimientos hasta que sea levantado el estado de alarma. Después se mantendrá la figura del ERTE de productividad, pero en otras condiciones.

Pepe Ferrer señaló que aplicará la distancia entre mesas y, en cuanto al servicio, los camareros tendrán que trabajar con mascarilla y guantes, poniendo especial atención a la limpieza de todas las superficies y de los baños. Este empresario también sabe que este inicio de actividad es muy limitado: «Ojo, no nos engañemos porque no podrán venir turistas, es decir, que aquí vendrán los clientes de invierno. Todo dependerá de las condiciones en las que podamos trabajar, todo es una incógnita», resumió.

Actitud

Actitud

A pocos metros, en la calle Santa María, abrirán el lunes tres establecimientos más. Uno de ellos es de moda, Acacia, y una de las socias, Rosa Mateo, estaba ayer limpiando y preparando el local. «Estamos intentando abrir el lunes. Después de tanto confinamiento creo que la actitud es ir hacia delante, por eso estamos limpiando y organizándolo todo», declaró.

En su caso ya había comprado todo el género de esta temporada antes de que se declarara la pandemia, por lo que su decisión es volver a la actividad «para reencontrarnos con nuestras clientas de Formentera», subrayó.

Al ser una tienda de ropa la ha tenido que adaptar a los nuevos protocolos sanitarios. La primera medida, según relata, ha sido cambiar las cortinas de los probadores por otras de plásticos, que se pueden lavar facilmente: «Tenemos dos probadores y vamos a poner cortinas de plásticos; de todas formas sólo podrá entrar una persona a probarse ropa, lo que nos permitirá desinfectar cada vez que entre otra. También tendremos guantes y gel hidroalcohólico, luego las prendas probadas se quedarán en una estantería especial y no se podrán volver a probar hasta el día siguiente. Y tendremos una máquina de ozono para desinfectar; el objetivo es ser un espacio seguro».

Señala que los horarios estarán más limitados y considera positivo que Formentera haya iniciado antes la desescalada: «Todo esto está muy bien, nos han hecho una campaña publicitaria gratuita y se puede aprovechar para el futuro como ejemplo. Ahora, a nivel comercial, si no hay aviones ni barcos quedaremos como anécdota, pero en esta situación siempre es bueno».

En la misma calle está el bar Bon Temps, de Francesco Battolo, que ayer estaba atendiendo a proveedores para abrir el lunes. Su caso es el de un autónomo que tiene a sus trabajadores en ERTE y que por las dimensiones de su local solo podrá atender a 10 personas. Por eso solo trabajará él, especialmente por la mañana, y se irá adaptando según vayan evolucionando los acontecimientos. «Supuestamente abro el lunes, porque igual cambia alguna cosa de aquí al domingo y se nos complica ». «Se trata de hacer las cosas lo mejor que podamos y respetando las limitaciones que tenemos». «Me planteo un servicio mínimo, estaré yo solo», indica al recordar que podrá atender a diez personas en cinco mesas en la terraza. Admite que ante esta situación tiene sentimientos enfrentados: «Esto está bien porque es arrancar para volver a la rutina, pero por otra parte me da respeto porque soy padre de familia, pero lo importante es empezar».

En esa misma calle la Cafetería Sant Francesc, con una amplia terraza, también abrirá el lunes. El local está ya preparado pero ayer no se veía a ningún trabajador. Y el bar Es Glop, en la avinguda Vuit d'Agost, abrirá a final de la próxima semana su terraza.

En Sant Ferran, Giacomo Bagnara, de Sa Pantxa, no ha parado de trabajar este último mes con comidas a domicilio: «No hemos ganado pero no hemos perdido, ha funcionado», señala satisfecho. En su caso también tiene un ERTE, «lo que me permite tener a la plantilla activa». Este local abrirá la terraza exterior en versión reducida, «con tranquilidad, confianza y respeto, hemos pasado de los grandes miedos y ahora toca gradualmente reincorporarnos todos a la actividad, según las normas sanitarias, pero la idea es trabajar con la barra cerrada. No la podemos abrir y sólo atenderemos con reserva y ocho mesas». Su gran preocupación es que no se acumule gente.

La jornada de ayer fue intensa para el Consell, con una videoconferencia a la que asistió la presidenta, Alejandra Ferrer, la vicepresidenta Ana Juan (responsable de Comercio) y el conseller de Hacienda, Bartomeu Escandell, con el representantes de los Hoteleros , Vicent Tur, el presidente de la Pimef, Pep Mayans, y la Cámara de Comercio.

Tanto Tur como Mayans coincidieron en sus apreciaciones: «Hay muy buena sintonía con el Consell, nadie está preparado par afrontar una crisis de este tipo», dijo el presidente de los hoteleros.

Por su parte, la Pimef ha redactado una hoja de recomendaciones para los empresarios: «No es nada oficial, son orientaciones para que los empresarios las tengan en cuenta», dijo su presidente.

Por su parte, el Consell ha recogido estas propuestas de la patronal para completar una hoja de ruta y paliar, en la medida de sus posibilidades, los devastadores efectos sociales y económicos de la crisis.