El servicio de Sanidad Forestal dependiente de la conselleria balear de Medio Ambiente,trabaja desde hace años contra la procesionaria del pino en Formentera, donde esta plaga se ha instalado de forma permanente y está considerada oficialmente como tal desde 2016. Ayer se celebró una reunión informativa en la sede del Consell Insular en la que la técnica, Maria Isidora Santiago Lozano, explicó los detalles de la campaña que este mes se va a concretar en la fumigación de toda la masa forestal de es Cap de Barbaria, unas 1.500 hectáreas.
La fumigación, según el servicio de Sanidad Forestal, será de baja concentración del producto biológico que se utiliza el Bacillus thuringiensis, variedad kurstaki (BTK), en una dosis de 2,5 litros por hectárea.
La responsable del servicio de Sanidad Forestal, Sandra Closa, explicó que el plan se desarrolla desde 2016 con una duración de cuatro años y se divide en varias partes a lo largo de cada año.
La primera se desarrolla durante el verano, con la colocación de unas mil trampas de feromonas que sirven «para monitorizar la densidad y las zonas donde más presentes están». Otro de los objetivos es «atrapar al insecto adulto de las mariposas». Este ciclo de trampeo terminará en las próximas semanas.
La segunda actuación será el tratamiento aéreo, que fue explicado ayer, que se realiza sobre unas 1.500 hectáreas de bosque, casi todo situado en la franja que va de Sant Francesc, incluida Cala Saona, hasta es Cap de Barbaria.
Con un helicóptero
Closa detalló que esta fumigación se realizará por medio de un helicóptero, cuando las condiciones meteorológicas sean idóneas, y está previsto que complete dos pasadas sobre la zona, en distintos días de este mes.
Recordó que el Bacillus thuringiensis es una bacteria que se encuentra de forma natural en el suelo y en las plantas.
La campaña continuará en invierno, con un plan de inspección ocular para localizar en los pinos las bolsas que la procesionaria teje para protegerse del frío. Una vez detectadas «se cortan y se queman», aseguró Closa.
Desde Sanidad Forestal también se fomenta el estudio de determinados depredadores de la procesionaria, como puedan ser los murciélagos, para potenciar su presencia en el entorno.
«No podemos hablar de erradicación con plagas como la procesionaria en Formentera, lo que intentamos es que no llegue a los niveles de Mallorca o Menorca, para evitar daño al arbolado y a las personas», señaló la jefa del servicio.
