Uno de los datos que recoge el barómetro turístico de 2018 de Formentera, encargado por el Consell a la empresa Cegos, es que el gasto medio de los visitantes que pernoctan en la isla se ha situado este verano en 93 euros, por debajo del primer registro histórico de la encuesta, de 2014, cuando se situó en 100 euros diarios. Y se percibe una tendencia a aumentar la estancia media hasta los siete días por turista.
En la encuesta de este año también se incluye a los excursionistas de un día, que en su gran mayoría se alojan en Eivissa y que gastan una media de 55 euros diarios. El barómetro profundiza sobre el perfil de estos visitantes de una jornada de estancia, que son «sobre todo españoles, más jóvenes que los que pernoctan en la isla». Además, la mayoría repite la experiencia y se desplaza «sobre todo en autobús», aunque también alquilan motos o se mueven a pie.
Los datos del barómetro no hacen más que reafirmar la presión diaria que en temporada de verano sufren enclaves como ses Illetes (en el Parque Natural de ses Salines), debido a su cercanía al puerto. A la Savina llegan, ya sea en barcos de excursiones o de línea aprovechando determinadas ofertas de las navieras, entre 3.000 y 4.000 personas al día en plena temporada. La cifra oficial sigue siendo un enigma.
Movilidad
Otro capítulo del estudio de Cegos sobre los medios que utilizan los turistas que pernoctan en los establecimientos hoteleros, apartamentos y casas de alquiler, para moverse por la isla indica que los coches, por segundo año, superan a las motos como principal medios de transporte. Pero aumenta el uso de la bicicleta y el desplazamiento a pie.
Los resultados indican que esta temporada, el 33,7% de los turistas alojados optaron por el coche de alquiler, mientras que el 29,8% prefirieron una moto. El descenso de este medio de transporte crece progresivamente, ya que en 2013 fue elegido por el 43,1% de los visitantes.
El desplazamiento a pie se sitúa este año en el 25,1% y el uso del transporte público, en el 21%.
Este barómetro de 2018 se ha realizado de forma más precisa sobre el territorio, contando con un universo de 864 encuestados entre los meses de mayo y octubre no sólo en establecimientos hoteleros, sino también a pie de calle.
En los anteriores estudios, este trabajo de recabar información se llevó a cabo principalmente en el puerto de la Savina.
Debilidades
En el estudio de las debilidades, el barómetro detecta que la gastronomía extranjera está mejor posicionada que la local, lo que debería provocar un esfuerzo del sector para poner en valor una de las señas de identidad del destino. En este sentido, los encuestados echan de menos además que no se dé a conocer este sector. También apunta a que el gasto medio baja y por lo tanto añade que es conveniente ofrecer actividades y servicios dirigidos a mercados y segmentos concretos para satisfacer las necesidades reales.
Otra realidad es el uso de las empresas de alquiler como medio de transporte para el coche, la moto y la bici. Por eso se plantea potenciar el uso de este último medio, así como caminar y el transporte público. Curiosamente, en verano, el exceso de turismo italiano es otra de las preocupaciones, sobre todo por los problemas que generan en las carreteras al transmitir una sensación de inseguridad viaria.
