Unos 300 vecinos se concentraron ayer en la plaza de la Constitució de Sant Francesc Xavier para expresar su indignación por la oleada de robos registrada en las últimas semanas en Formentera y exigir más seguridad.

A pesar de que no había ningún colectivo ciudadano detrás de la convocatoria, que se realizo de boca a oreja y a través de las redes sociales, los vecinos fueron llegando a las 20 horas a la plaza de la Constitució. Poco a poco se fue llenando este espacio y las personas que aprovechaban para tomarse algo en los bares del mercadillo de Nadal también se acercaron.

A los diez minutos aparecieron varios vecinos con pancartas en las que se podía leer: «La seguridad ciudadana es un derecho», « Prou robatoris, prou incendis, més seguretat» y « Més eficàcia policial». En ese momento, los asistentes que estaban haciendo corrillos comentando estos sucesos se colocaron todos detrás de las pancartas. Al poco comenzaron a correar, durante menos de un minuto, « Volem més seguretat, volem més seguretat!!».

A reclamar ese derecho, la tranquilidad rota por la oleada de robos, fueron las 300 personas concentradas ayer, que dieron un ejemplo el civismo ciudadano a la hora de expresar su descontento con la sensación de inseguridad en la que viven desde mediados de noviembre. Sobre las 21 horas, en la plaza quedaban los últimos corrillos y los vecinos se desplazaban de nuevo a los bares del mercadillo para seguir intercambiando sus impresiones.

Uno de los vecinos que portaba una de las pancartas, Paco Castelló, explicó el motivo por el que había decidido acudir a la concentración: «Es para protestar por la falta de seguridad que tenemos, la falta de efectividad policial, ya que desde los primeros incendios habrán pasado tres años y desde entonces hay más casas y almacenes quemados, muchos coches y ahora robos prácticamente a diario». A su juicio, «el Consell o la Policía Local, ante estos hechos, también habrían tenido que informar a la población sobre medidas de seguridad preventivas e informar a la gente mayor que tiene miedo y no quiere estar en casa». Este vecino, como otros entrevistados, reconoce que ha cambiado sus hábitos diarios. «Mire, ahora mismo [por anoche] tanto en mi casa como en la de mi hermano ha quedado gente, no hemos abandonado la casa», explicó. Añadió que también ha consultado a empresas de seguros «y en Formentera están desbordados, incluso juegan con los precios y no me parece correcto».

El propietario de la casa robada y quemada el pasado 29 de noviembre también estaba entre los concentrados junto a su mujer. Toni Mayans manifestó: «Esta concentración es por todos, aunque me haya tocado a mí, y no le deseo a nadie lo que estamos pasando, arrancando desde cero y menos mal que tenemos la suerte de tener otra casa de un familiar, pero imagínese que le toque a otro que no tenga esa posibilidad». También expresó su satisfacción «porque la gente ha reaccionado, esto es para poner remedio a lo que venga el día de mañana, yo pensaba que con nuestro desastre esto se pararía pero parece que no, esto es para el bien de toda la isla».

Paqui Moya acudió a la convocatoria porque «esto se está yendo de las manos, una cosa es que te entren a robar y otra que te quemen la casa, el coche y todo lo que pillen, no hay derecho», dijo.

Entre el público había representantes de todos los partidos políticos, que se mezclaron con sus vecinos. La vicepresidenta del Consell de Formentera, Susana Labrador, manifestó: «Nosotros como gobierno queremos mostrar el apoyo a la gente que ha sufrido robos e incendios y mostrar nuestra preocupación; el 21 tenemos una Junta de Seguridad para evaluar pero la solución también pasa por el aumento de efectivos de Guardia Civil y de la Policía Local. En este caso intentaremos disponer de seis agentes más en 2018».