Las fiestas de Santa Agnès siempre han sido un motivo de celebración, tanto por lo que supone para muchos que sea el día de la patrona como por tener un pretexto para pasear por uno de los entornos más bonitos de la isla. Si el año pasado, pese a la tormenta, los vecinos se reunieron en torno a la iglesia y salieron a la calle para reunirse con amigos y familiares, éste todo el programa se ha cancelado por la crisis sanitaria, si bien se celebrará una misa a las once de la mañana, que será como la de cualquier domingo.

Quién iba a decir a los miembros de diferentes colles de Sant Antoni, encargadas de ofrecer la exhibición de ball pagès tras la misa, el año pasado que probablemente sería una de las últimas ballades que podrían hacer en mucho tiempo. En esa ocasión no pudieron vestir sus mejores galas ya que, a causa del mal tiempo y ante la posibilidad de que continuara lloviendo, decidieron ofrecer la exhibición con ropa de calle. Pero la sensación de fiesta estaba muy presente.

Ni carros ni festín

Este año no habrá fiesta. Los carros no pasarán por el pueblo ni habrá festín de bunyols y orelletes. Tampoco se celebrará la procesión. No habrá actuaciones musicales, representaciones de teatro ni exposiciones en el centro social. Como está ocurriendo en todos los pueblos de la isla, Santa Agnès se queda sin fiestas por la crisis sanitaria. Y no queda otra que esperar, conformarse y ser responsables para poder volver a celebrar lo antes posible.

Seguro que los vecinos del pueblo que no se perdían la Festa de s'Ametlla de Corona echarán de menos este encuentro, así como la tradicional fiesta de sa Sitja de sa rota d'en Coca, donde las tradiciones más antiguas volvían por unos días al corazón de Santa Agnès. Los vecinos afirman que este evento se pospone hasta 2022.

Ahora toca quedarse en casa y evitar aglomeraciones hasta que el covid dé un respiro.