Las colles de ball pagès de Sant Antoni echarán de menos hoy celebrar el día grande del pueblo. También, por supuesto, sienten que no se pueda celebrar el Festival de Balls, Música i Cançó Popular de la nostra terra, que celebraría este año su 37ª edición. Saben que toca esperar, aunque este parón en sus encuentros y sus bailes se les está haciendo eterno. Tienen muchas ganas de volver.

Hoy debería ser un día de fiesta grande, de esos en los que da gusto vestirse y reunirse para bailar. Pero no podrá ser. En esta ocasión ni siquiera habrá sonadors en la misa, a los que sí se ha convocado en otras fiestas (ya en tiempos de covid), por dar ese toque ibicenco a la ceremonia. El continuo aumento de los contagios ha obligado a asumir máximas restricciones.

«El día de Sant Antoni es, para mí, el más emblemático», expresa Ana Prats, presidenta del Grup Folklòric Brisa de Portmany. «Es el día del pueblo, es nuestra fiesta. Nos dejan hacer la vuelta en carro, el baile delante del ayuntamiento, muchos niños traen sus animales a la bendición y pueden ver también el baile... Es un día muy especial», añade.

Precisamente la última gran exhibición de baile payés el día de Sant Antoni fue a cargo de su colla, el 17 de enero de 2020, cuando nadie podía imaginar la situación que llegaría un par de meses después.

Las tres colles del pueblo (Grup Folkòric Brisa de Portmany, la Colla de Portmany y la Colla de Can Bonet) se van turnando para ofrecer las diferentes exhibiciones de ball pagès que tienen lugar durante el año. «Para este día de Sant Antoni 2021 éramos la colla encargada de ballar, pero al estar todas las fiestas populares suspendidas no podremos bailar ni haremos la sonada en la misa», lamenta el secretario de la Colla de Can Bonet, Vicent Torres. Seguirán esperando. Y prometen retomar el ball con muchas ganas.