¿Alguna vez has tenido esa sensación de éxito amargo? Es decir, ese momento en el que has alcanzado lo que te habías propuesto pero no estás satisfecho, más bien desorientado porque desconoces el siguiente paso...

Un ejemplo sencillo podría ser, un adolescente que ha invertido más de 300 horas en terminar un videojuego o un directivo que ha invertido 30 años de su vida en una empresa sin saber muy bien por qué…

Estamos acostumbrados a pensar que un emprendedor exitoso es aquél que ha conseguido vender su Startup por millones de euros. Y el empresario exitoso es aquel que dirige su empresa desde un despacho enorme, en un gran edificio con cientos o miles de empleados. 

Si tu objetivo es vender tu Startup o dirigir a cientos de empleados, cuando eso ocurra pensarás: ¿Y ahora qué? Ese puede ser un objetivo para ti, pero no es un propósito y algo realmente importante para tus clientes. Para evitar que te pase esto como emprendedor o empresario, te recomiendo que antes definas qué es el éxito para ti y un propósito para tu negocio. Esto ya lo hablamos en otro artículo(Es un ejercicio de vital importancia y por eso te lo recuerdo).

Hoy me apetecía decirte que se puede triunfar, como emprendedor o empresario, sin intentar ser millonario o trabajando de sol a sol… De verdad, existen empresas multinacionales, sin trabajadores contratados y dirigidas por una única persona que tienen éxito. 

Yo tengo varias empresas y proyectos activos. Y seguiré creando más los próximos años, pero todos son fieles a mi definición de éxito y mi propósito. Y además, reúnen los siguientes requisitos: 

  • Servicios o infoproductos. (Nada de productos físicos con los problemas de stock, transporte, envíos…).
  • Preferiblemente de pagos recurrentes. 
  • Intentar que sea Escalable. (Poder vender 1 ó 100, sin que implique un gran esfuerzo extra por parte de la empresa).
  • Sin desplazamiento y desde cualquier lugar. 
  • Acompañado por un buen equipo humano y proveedores especialistas. 

Todavía estás a tiempo de diseñar tu vida profesional en base a tu propósito y tus valores. Y conseguir eso que supuestamente decía Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.