Indra se lanza a crecer con compras para ser un gigante de la defensa y pone el foco en Hispasat

Indra lanza un plan de futuro para impulsar su crecimiento, con el foco puesto en convertirse en un gigante del negocio de defensa y seguridad mediante compras de compañías (con el grupo de satélites de Hispasat como uno de los candidatos destacados) y dejando la puerta abierta a vender parte de su gran división tecnológica Minsait y deshacerse también de otros activos no estratégicos.

El grupo, que tiene a la estatal SEPI como principal accionista, prevé elevar hasta los 6.000 millones su facturación en 2026 y alcanzar los 10.000 millones en 2030, más que duplicando el récord de ventas de 4.343 millones del año pasado, según se recoge en el nuevo plan estratégico de la compañía denominado ‘Leading de future’ (Liderando el futuro, en inglés). La nueva hoja de ruta también augura una mejora de la rentabilidad, con incrementos de en torno al 20% en tres años del resultado bruto de explotación (ebitda), hasta más de 750 millones, y del resultado operativo (ebit), hasta más de 600 millones. La compañía prepara inversiones de 3.100 millones hasta final de la década sólo en innovación y tecnologías de última generación de aplicación en el ámbito de defensa y en el civil.

El grupo presidido por Marc Murtra y dirigido por José Vicente de los Mozos como CEO ejecutará una profunda reorganización de su estructura corporativa. Indra acabará con su actual estructura con cuatro grandes áreas (defensa, tráfico aéreo, movilidad y la tecnológica Minsait) para dar más peso al negocio de defensa. La nueva estructura mantendrá el área de defensa como uno de sus grandes pilares, creará una nueva división de negocio espacial y otra de “nuevos negocios industriales” aún por definir, y mantendrá las divisiones de gestión del tráfico aéreo y la tecnológica Minsait (que integrará todo el negocio de movilidad actual).

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Indra reconoce que pretende vender parte de su tecnológica Minsait, dando entrada a uno o varios nuevos socios al accionariado ya sea con participaciones minoritarias o incluso mayoritarias, para financiar su crecimiento y su reposicionamiento en tecnologías digitales avanzadas. El presidente de Indra ha apuntado que los nuevos socios de Minsait pueden ser tanto grupos industriales como fondos de inversión. "En cualquier caso, vamos a mantener una participación considerable en Minsait porque vemos sinergias entre la tecnología y el negocio de la defensa", ha subrayado Murtra.

Hispasat, en el radar

La compañía pretende crecer mediante adquisiciones para convertirse en líder español del negocio de la defensa y aeroespacial y reconoce haber identificado varias opciones para impulsar ese crecimiento mediante adquisiciones y alianzas estratégicas en España y en Europa para impulsar su papel de garante de la autonomía estratégica de la defensa en España.

Indra creará la nueva filial espacial antes de 2026, con el objetivo de llegar a 2030 con una facturación de en torno a 1.000 millones de euros en esta área clave, y se abre a una posible entrada en el capital de Hispasat, la compañía de satélites participada por el Estado español a través del holding industrial SEPI y el centro de investigación CDTI y controlada por Redeia (también participada por SEPI). "Hispasat puede ser una candidata. Tenemos más opciones en mente, hay muchas posibilidades. Hispasat no es la única, pero es una candidata", ha subrayado De los Mozos en un encuentro con analistas. "Tenemos identificados objetivos nacionales e internacionales" , pero la compañía apunta que no hay negociaciones en marcha con ninguna de estas empresas identificadas.

En un movimiento corporativo que se esperaba desde hace tiempo, Indra se abre a dar entrada a nuevos socios en Minsait, e incluso no descarta la venta de una participación accionarial mayoritaria de la filial tecnológica. Una desinversión millonaria en el área tecnológica, ahora engordada también con la actual división de movilidad, que servirá para financiar parte del crecimiento y acelerarlo.

El grupo subraya su intención de dar mayor autonomía dentro del grupo a Minsait -comandada por Luis Abril- y crear una gobernanza propia, y ha dejado la puerta abierta a sacar de Minsait algunos negocios específicos (como ciberseguridad o gestión de procesos electorales) si suponen un problema para conseguir la autorización del Gobierno para su venta parcial.

Campeón de la defensa

Indra reorienta así su actividad con el objetivo de crecer con fuerza en el sector de defensa y erigirse en el gran campeón nacional en la tecnología de defensa y seguridad, en línea con los objetivos del Gobierno en este campo. El nuevo escenario mundial de tensiones geopolíticas crecientes y de graves focos bélicos a las puertas de Europa anticipa un negocio de defensa creciente y cada vez más estratégico, en el que todos los países necesitarán posicionarse y reforzarse.

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Es en ese contexto en el que Indra quiere colocarse como nuevo gigante nacional en tecnología de defensa y seguridad en menos de diez años (como ya lo hicieron el británico BAE Systems, el francés Thales o el italiano Leonardo) para participar directamente con un peso relevante en los programas europeos (como el sistema aéreo de defensa FCAS, el caza Eurofighter, el avión de transporte A400M...).

El compromiso del Gobierno español con la OTAN de elevar el presupuesto de defensa hasta el 2% del PIB, desde el 1,3% actual, implicará un gasto adicional aproximado cada año de entre 10.000 y 12.000 millones, lo que servirá para dinamizar el sector en el mercado español. "No pretendemos ganar a Thales, BAE o Leonador. Nos llevan mucha ventaja. Pero queremos reducir la ventaja", ha apuntado el CEO del grupo.

"Queremos convertirnos en la multinacional española de referencia en defensa y aeroespacio y en tecnologías avanzadas", ha sentenciado Murtra, subrayando la necesidad de tener en este ámbito una mirada internacional y no sólo local. Indra lanza su nuevo proyecto de futuro con el objetivo de crecer y asentar su posición en sectores estratégicos como la defensa y la tecnología, tras unos años de profundos cambios en su accionariado y en su cúpula directiva, y tras solventar una crisis de gobernanza que también provocó una reestructuración drástica de su consejo de administración.

En los últimos años, el Gobierno ha reforzado su peso como socio de control y ha elevado su participación a través de SEPI, dependiente del Ministerio de Hacienda, hasta el 28%. Y han entrado como socios los grupos industriales españoles Sapa Placencia y Escribano, con sendos paquetes del 8%, y el fondo Amber Capital -principal accionista del Grupo Prisa-, con un 7,2%.