Laboral

El 55% de los trabajadores del sector privado verá reducida su jornada laboral máxima este año

Yolanda Díaz ha adelantado que la medida saldrá adelante aunque no se llegue a un acuerdo con la patronal

Un camarero cobrando en su bar.

Un camarero cobrando en su bar. / EP

Gabriel Ubieto

El 55% de los trabajadores del sector privado actualmente cubiertos por un convenio colectivo verán reducida su jornada laboral máxima a 38,5 horas semanales este año. Así se deriva de los datos recopilados por el Ministerio de Trabajo sobre negociación colectiva, analizados este martes por el sindicato CCOO en rueda de prensa. La central apunta a que el impacto este año de esta medida será significativo, pero que el gran salto se producirá en 2025, cuando el compromiso del Gobierno pasa por rebajar la jornada máxima a 37,5 horas semanales. Ahí se verán beneficiados alrededor del 87% de los asalariados hoy cubiertos por convenio.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, arrancará este jueves con los agentes sociales las negociaciones para concretar cómo se llevará a cabo esa reducción de las actuales 40 horas a las 38,5 horas. Este pasado lunes compareció en el Congreso de los Diputados y lanzó un mensaje para los empresarios, reacios cuando no contrarios a abordar dicha modificación: "Me gustaría llegar a un acuerdo, [...] pero si no puede ser tripartito, será bipartito".

El Gobierno se manifiesta públicamente decidido a acometer por ley esa reducción, que tendrá un impacto gradual entre los asalariados del sector privado. En tanto que los cambios previstos para este año afectarán a menos de la mitad de los ocupados cubiertos por la negociación colectiva. Por su parte, en el sector público la jornada de 37,5 horas semanales ya es actualmente la norma y, a diferentes velocidades, la Administración avanza hacia una jornada de 35 horas semanales.

Según los datos recopilados por el Ministerio de Trabajo, en 2023 algo más de la mitad de los asalariados tenían estipulado en su convenio colectivo una jornada de más de 1.759 horas al año. Lo que distribuido semanalmente supera las 38,5 horas semanales. Es este colectivo y los empleados no cubiertos por ningún convenio y referenciados directamente por el Estatuto de los Trabajadores quiénes más deberían notar la reducción de la jornada.

Según CCOO, los trabajadores de empresas del campo, la hostelería y el comercio serán los más beneficiados por esta modificación. Si bien los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) también incluyen ramos como la industria manufacturera, las actividades científicas o la construcción. Muchos de estos ocupados, no obstante, legalmente ya tienen reconocidas menos horas a la semana pero su jornada efectiva acaba superándolas.

Dada esa brecha que en ocasiones se produce entre lo legalmente estipulado y los horarios que se acaban realizando en las empresas, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha manifestado la importancia de implicar y sumar a la patronal al acuerdo para concretar la reducción a las 38,5 horas (y luego a las 37,5 horas). Ya que con su complicidad, desde la central entienden que el cumplimiento será más fácil y las necesidades de intervención por parte de la Inspección de Trabajo ante hipotéticos fraudes, menores.

Complicidad que se presumirá más necesaria todavía en 2025, cuando el Gobierno se ha comprometido a rebajar la jornada laboral máxima a la semana a las 37,5 horas. Lo que afectaría a 9 de cada 10 asalariados cubiertos por un convenio colectivo. En este sentido, Sordo ha defendido la reducción de jornada "como una forma virtuosa de disputar la productividad" y los beneficios que los avances en digitalización e inteligencia artificial están generando a las empresas.

Salarios al alza

CCOO ha realizado un balance de cómo ha evolucionado la negociación colectiva, más allá de la jornada, durante el 2023. Dejando esta un resultado agridulce. Por un lado, aquellos convenios firmados durante 2023 han registrado un incremento salarial del 4,6%, más de un punto por encima de la inflación. Una cuestión positiva para los intereses de esos 3,7 millones de ocupados beneficiados.

"Los salarios han mejorado en 2023 y la negociación colectiva ha sido la gran palanca", se ha felicitado Sordo, que también ha destacado el efecto "dinamizador" del acuerdo general alcanzado con la patronal en mayo. Este pacto entre cúpulas establecía una subida salarial mínima del 4% para 2023, algo que se ha cumplido a tenor de los datos presentados. Para este año dicho incremento previsto es del 3%.

No obstante, la variación salarial media del conjunto de convenios durante el pasado ejercicio, es decir, sumando aquellos que ya estaban firmados y cuyos incrementos salariales se van aplicando año a año, fue del 3,5%. Al mismo nivel que la inflación, lo que permitió mantener el poder adquisitivo de forma general durante el pasado ejercicio, si bien no ayudó a compensar ni una décima todo el poder de compra perdido durante el año anterior, cuando los convenios cerrarón con revalorizaciones del 3,5%, frente a un IPC medio del 8,5%.

Otro punto negativo para el sindicato es que su aspiración de generalizar cláusulas que blindaran el poder de compra ante subidas imprevistas del IPC no se han generalizado. Solo el 14,7% de los convenios renovados, que afectan al 23,4% de los asalariados, tiene una cláusula de garantía salarial. "Los resultados no han sido positivos", han reconcido desde la central. La patronal en este punto ha fijado una línea roja y la gran mayoría de sectores han preferido ofrecer más incrementos puntuales y no entrar en cláusulas.