Galicia supera a País Vasco y se sitúa como segundo gran polo exportador de coches

La falta de componentes suspendió ayer el turno de mañana y el de la tarde en el Sistema 2 de la factoría de Stellantis en Vigo que ensambla las furgonetas. Ni en ese ni en el Sistema 1 encargado de los Peugeot 2008 se trabajará el domingo por la noche. Es difícil llevar la cuenta de todas las interrupciones que la planta de Balaídos acumula este año a cuenta de los problemas de suministro de piezas. E, incluso así, la industria del motor de Galicia sigue batiendo récord de exportaciones. El negocio exterior de la automoción superó los 5.500 millones de euros entre enero y agosto tras un incremento del 33% respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, según el balance publicado ayer por la Secretaría de Estado de Comercio. Una cifra sin precedentes que supone casi el 30% de todas las ventas de las empresas gallegas en otros países este año.

En plena cuenta atrás para conocer si, como se espera, el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) allana el camino para la implantación en la factoría de la plataforma STLA Small con la que el grupo montará sus nuevos vehículos eléctricos y alargará su idilio con el ecosistema regional de la automoción, el sector muestra su músculo. Ya lo hizo en 2020, cuando, a diferencia del resto de grandes polos del motor de España, logró doblegar el pulso de la pandemia y elevó un 33% las ventas fuera. Ese año Galicia se situó excepcionalmente como segunda autonomía más exportadora de coches. Este 2023 lo vuelve a hacer, superada únicamente por Cataluña (11.141 millones de euros). Queda por delante de País Vasco (5.300 millones), Comunidad Valenciana (4.032 millones), Aragón (3.750 millones), Madrid (3.603 millones), Castilla y León (3.185 millones) y Navarra (2.311 millones). El saldo de la exportación de coches del conjunto del país ascendió a 40.125 millones en los ocho primeros meses, un 32% más.

El empujón del motor mitiga el impacto para el negocio exterior de la comunidad de la incertidumbre económica mundial y la intensa desaceleración de la actividad y el consumo en algunos de sus mercados de referencia en Europa. El total de las exportaciones bajó en agosto por tercer mes consecutivo: un 4,8% de caída, hasta los 2.183 millones. El acumulado del ejercicio aguanta por los pelos en terreno positivo: 1,6% de alza, con 19.523 millones de euros.

El textil, el otro producto estrella de la internacionalización de Galicia, arroja un incremento en las prendas de vestir no de punto (2.348 millones de euros), mientras que las exportaciones del resto de ropa mermaron el 1,8% (1.426 millones). Las ventas fuera de la pesca crecieron el 1,2% (1.238 millones de euros) y algo más del 18% las de conservas (703 millones). Con la tregua que se notaba en la cotización del gas y el petróleo hasta el estallido del conflicto en Gaza, las exportaciones de combustibles se redujeron el 56% (893 millones). Los productos de fundición (304 millones) y el aluminio y sus manufacturas (495 millones) dejan fuertes retrocesos del 22,7% y el 28,7%, respectivamente.

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