"Llegó de San Juan patrón pesca Ramón Ferrer Tur y tres marineros traen noticia torreros d’en Pou de que una tromba ayer tarde arrancó cubierta derribando tabiques y convirtiendo edificio en escombros paredes maestras en pie. Dicen torre sin novedad seguido alumbrado Familias torreros salváronlas Espalmador. Esposa encargado contusionada. Sale falucho 4 ó 5 hombres y preparar llegada ‘Salinas’ para también ir. Voy con albañil Prats y obreros al faro y recogeré de Ahorcados lo necesario para continuar servicio». Este es el telegrama, algo críptico, con las primeras noticias de lo sucedido en s’illa des Porcs en septiembre de 1913. ‘Salinas’ era el nombre del vapor remolcador, los torreros y sus familias tuvieron que refugiarse en s’Espalmador y la contusionada, que salió del incidente con una costilla fracturada, era la hermana del torrero, María Tur. El cristal de la linterna del faro y el cristal rojo que producía destellos de este color quedaron destrozados al golpear contra ellos algunas de las piedras que la tromba levantó, pero, tal y como se explica en un informe posterior, en la memoria del proyecto de reparación, fechada el 17 de octubre, «fueron sustituidos de modo provisional pero inmediatamente, a pesar de las malas condiciones casi oscuras y entre escombros en que tuvieron que buscar los cristales de repuesto y el pánico natural después del peligro corrido». Es decir, a pesar de los graves daños causados por la tromba de agua, principalmente en la casa de los torreros, el faro pudo continuar realizando su función. Los documentos fueron rescatados por Javier Pérez de Arévalo para el libro ‘Historia de los faros de las islas Baleares’.
El causante del desastre fue lo que en Ibiza se conoce como fibló y los mallorquines llaman cap de fibló. También se conoce como mànega (manga de agua), y es una tromba marina que se forma en tierra o directamente en el mar. Puede ser un tipo de tornado (con características similares a los de tierra) o una tromba no relacionada con una tormenta (menos violenta), pero, en cualquier caso, es un fenómeno atmosférico que ningún marinero quiere ver mientras navega. Y que tampoco quería ver ningún farero de la época en la que los faros no estaban automatizados y sus encargados debían vivir en ellos.
Reedificada en 1902
Cuando el fibló arrasó el edificio de los torreros de s’illa des Porcs, era ya una casa reedificada en 1902 debido al rápido deterioro que había sufrido la anterior construcción por los intensos temporales. Se construyó una nueva casa, más alejada del agua, separada 23 metros de la torre del faro y a la que se accedía por un túnel. También entonces, con materiales del edificio antiguo, se construyó un zócalo en la base de la torre para protegerlo de la tempestad. Tal vez tal refuerzo fuera providencial para evitar males mayores cuando, once años después, llegara el fibló.
En los documentos sobre el incidente incluso se define al fenómeno como un ciclón: «Regreso del faro d’en Pou a causa ciclón ayer seis tarde rompiose un cristal linterna y uno rojo del aparato no obstante queda asegurado prudencialmente servicio alumbrado. Tabiques derribados, mobiliario destruido –volaron losetas, cubierta y tejado del edificio–. Solo quedan firmes muros recinto y carga, vigas de cubierta y del piso y dos cielos rasos. Hecho desescombrado que ofrecía inminente peligro para guarecerse». Tras el episodio, uno de los fareros o tal vez alguno de sus familiares, grabó una sencilla inscripción en una roca que hoy todavía puede verse: «Pasó la tromba el día 10 de septiembre de 1913».
DUROS DESTINOS
Los faros de es Penjats y s’illa des Porcs (o faro d’en Pou) fueron los dos primeros de las Pitiüses que se automatizaron, en 1929 y 1935, y hasta ese momento fueron dos de los peores destinos para cualquier farero.
El faro d’es Porcs también se conoce como el faro d’en Pou.
