Uno de los principales agentes de destrucción del Amazonas es la creación de grandes extensiones para pastos con que alimentar al ganado de la industria cárnica, así como para implantar cultivos relacionados con la alimentación, como la soja. Todo ello exige deforestar grandes extensiones de selva. También acosan a este paraíso las carreteras que siguen atravesándolo por múltiples lugares. Ahora hay una veintena de proyectos de grandes carreteras, así como una vía férrea que irá de costa a costa, desdeBrasil hasta Perú. Y ello sin contar las innumerables carreteras para acceder a las explotaciones forestales que aparecen por doquier.

Los incendios, muchos provocados deliberadamente para ahorrar trabajo a las excavadoras, invierten el proceso natural del bosque, que pasa de ser un 'secuestrador' de CO2 a ser un emisor neto de grandes cantidades de este gas, por el humo que se forma. El mismo problema causan la minería y los yacimientos de hidrocarburos, que destruyen tanto el bosque como la red hidrológica. Un estudio publicado por Amazon Watch revela que cinco de los principales bancos del mundo han invertido casi 6.000 millones de dólares en proyectos de extracción de petróleo en la Amazonía occidental en los últimos tres años.

La explotación directa de la madera, dedicada a la industria del mueble y a otras actividades es otra de las causas de la tala masiva de árboles. España, recuerda Greenpeace, es uno de los mayores países importadores en Europa de madera tropical amazónica. España es el cuarto importador munidal de madera de ipé, una especie singularmente valiosa.

Desde 1970 Brasil ha perdido una cantidad de bosque que supera ampliamente la superficie de toda Francia, según la misma organización.