El catalán Mario Guillén y la escocesa Jane Leitch se impusieron ayer en la prueba reina (de 10 kilómetros) de la Posidonia Race 2020, competición de natación en aguas abiertas celebrada en Cala d'Hort bajo condiciones adversas por el oleaje y la presencia de medusas. Como en ediciones anteriores, también hubo una travesía de cinco kilómetros en la que venció el joven nadador alicantino Miquel Bou y la veterana Ramona Guillén en categoría femenina. (Ver galería de imágenes)

Unos 30 nadadores se lanzaron al agua por turnos de cuatro a partir de las nueve de la mañana para afrontar una travesía apacible en la ida y bastante incómoda a su regreso. Debido al oleaje, la organización a cargo de Ibiza Blue Challenge varió el recorrido de la prueba corta, que en lugar de llegar a es Vedranell bordeó la costa suroeste hasta Sa Pedrera.

El primero en llegar al muelle de meta fue Miquel Bou, nadador de 16 años de La Nucía, después de completar los 5 kilómetros en un tiempo de una hora, 26 minutos y 19 segundos. El alicantino, que se estrenaba en aguas pitiusas, se mostró «contentísimo» por volver a competir tras el largo periodo de pandemia y explicó sus sensaciones durante la travesía: «Ha estado interesante. No me gusta nadar solo y me he despegado del grupo pronto. Iba tranquilo a la ida, se veía todo el fondo y aunque me ha picado una medusa, se iba perfecto». «A la vuelta —relató Bou— había muchas olas y veía la boya a 2 km. y parecía que no llegaba».

Mientras el ganador conversaba con sus padres y era atendido por las picaduras llegaba como primera clasificada femenina la mallorquina Ramona Guillén, con un registro de 1h46:49. La nadadora del CN Palma destacó tras su victoria «la sensación de seguridad» que transmitió la organización durante la carrera. «Hemos disfrutado porque el fondo es precioso y la travesía es muy bonita, aunque el mar se ha puesto bravo. Si hay que ponerle una nota, le doy 9,5. Casi excelente», precisó.

En la distancia larga se vivió una bonita pugna entre el ibicenco Ashley Iban (CN Santa Eulària), ganador de la pasada edición, y su amigo en el CN Terrassa Mario Guillén, quien se acabó imponiendo tras detener el cronómetro en 2h47:32. Guillén, que es sordo, transmitió en palabras de su amigo y rival la satisfacción por una victoria que se fraguó en la recta de meta desde el islote de es Vedrà. «Hemos hecho la prueba juntos hasta la vuelta, que se ha levantado mala mar. Había tomado un gel a media prueba, pero al final me ha faltado comida y ya no tenía fuerzas. Ha ganado el que más fuerza tenía», admitió Ashley Iban.

Con un tiempo de tres horas, 21 minutos y 11 segundos logró la victoria de los 10 kilómetros en categoría femenina la nadadora independiente Jane Leitch.

Varios nadadores pusieron pie a tierra antes de lo previsto por la presencia de medusas durante el recorrido. Entre ellos la paralímpica Julia Benito de Tena, que en la llegada aseguró sentirse «decepcionada» por no completar la prueba. «Me he retirado al ver medusas, ya me habían picado en alguna ocasión y me ha dado miedo. Tenía muchas ganas de nadar esta travesía, pero el tema medusas se me ha venido un poquito encima», lamentó la pacense, que aseguró que el escenario de la travesía «es impresionante». «Me habría gustado ver el acantilado así que habrá que repetir, con neopreno, y acabarla como sea», concluyó.

Su compañero en el equipo paralímpico de natación Carlos Martínez sí ingresó entre los primeros clasificados en la travesía de 5 kilómetros. El madrileño de 21 años, que perdió el brazo derecho a los 5 en un accidente, afirmó que nadar en aguas pitiusas «es muy bonito» y que la experiencia resultó «súper buena», a pesar de estar habituado a nadar en piscina. «Con el viento de cara a la vuelta ha sido lo más duro pero lo que más me ha gustado, ha sido divertido por cómo me subían y me bajaban las olas», subrayó.