En los play-offs hay factores que pueden jugar un papel más importante que las estadísticas, como son el motivacional o el físico. Sin embargo, la ausencia de público puede influir en una menor euforia por parte de los futbolistas y, aún así, las cifras que avalan a cada equipo pueden resultar determinantes.

La UD Ibiza llega a su primera final por el ascenso con varios datos a su favor, como el de ser el conjunto menos goleado no solo de los 16 aspirantes al ascenso, sino también de los 80 que han participado en Segunda B. Dieciséis tantos en contra en 28 jornadas hacen de los pitiusos uno de los combinados más fiables de cara a una eliminatoria a partido único. Pero además, cuentan en sus filas con futbolistas desequilibrantes y dotados de esa magia que impregna al fútbol de élite como son, entre otros, Ángel Rodado y Javi Lara.

El delantero mallorquín será de la partida después de que Apelación le retirase la quinta amarilla, y llega a la cita como el máximo goleador de ambos contendientes con 14 dianas entre Liga y Copa. Su presencia puede resultar clave para decantar la balanza a favor de los ibicencos, que durante la temporada regular firmaron 41 tantos a favor por los 34 del Cornellà.

El otro artista de la primera ronda es Javi Lara. El cordobés posee un guante en su pierna y una visión de juego capaz de filtrar asistencias por los lugares más recónditos. Este curso suma tres dianas.

Sin lateral zurdo

Pablo Alfaro tendrá dos ausencias destacadas para su estreno en la fase de ascenso, ya que no tiene disponibles a ninguno de sus dos laterales zurdos. David Morillas no tiene ficha tras sufrir una grave lesión y su sustituto, el francés Pierre Cornud, es baja por acumulación de amarillas. Su sitio lo suplirá con toda probabilidad el polivalente carrilero Fran Grima.