El HC Puig d'en Valls ha hecho pública esta mañana su renuncia a competir la próxima temporada en la División de Honor Plata femenina, después de que hace dos campañas ya rechazara continuar en la Liga Guerreras Iberdrola, la máxima categoría del balonmano femenino nacional.

El club que preside José Antonio Ferrer Prohías vuelve a renunciar a una plaza que la plantilla se ganó sobre la pista alegando motivos deportivos y económicos.

"Muy a nuestro pesar, debido a la delicada situación actual, junto con la incertidumbre de algunos de nuestros sponsors y la imposibilidad de formar un equipo adecuado a la categoría sin tener que recurrir a una mayoría de jugadoras foráneas, nos ha llevado a tomar esta triste decisión", esgrime la entidad en un comunicado.

Cabe recordar que en 2018 la directiva también alegó que no quería traer jugadoras de fuera para mantener el equipo en la máxima división. Sin embargo, para jugar en Plata contrató un técnico, Sergio Sevilla, y al menos cinco jugadoras de fuera de la isla. La decisión de la capitana Ana Boned de abandonar el balonmano de competición ha sido otra de las razones que han llevado al club a renunciar a su plaza en División de Honor Plata, por lo que el primer equipo femenino volverá a categoría autonómica.