La nadadora menorquina Tita Llorens afrontará de nuevo a finales del próximo mes de julio el reto de unir a nado la península y la isla de Ibiza, en una travesía de 90 kilómetros de distancia que realizará sin neopreno, para tratar de enlazar Jávea y Cala Tarida.

«Este ha sido el primer año que he sufrido alguna pequeña lesión, como una tendinitis y artrosis en un hombro. A pesar de ello, estoy muy motivada y con muchas ganas de poder completar esta travesía porque el año pasado fue un pena, ya que durante mucho tiempo estuve cerca de conseguirlo», afirmó ayer la nadadora menorquina.

A punto de celebrar sus 50 años de edad (los cumplirá el 11 de agosto), la infatigable Tita Llorens encarará así este verano por tercera vez, aunque a la inversa, un reto que aún se le sigue resistiendo y que continúa sintiendo como una pequeña espinita clavada en su interior. Sobre todo, después de que el pasado año la menorquina se viese obligada a retirarse antes de tiempo, tras más de 27 horas en el agua y cuando ya divisaba la costa alicantina, debido a las fuertes corrientes marinas en contra que le impedían acercarse a su meta.