El que ha sido presidente del Puig d´en Valls de fútbol esta temporada, Manuel Díaz, rechazó ayer en rueda de prensa las acusaciones de un sector crítico de los padres, que se quejó públicamente de su gestión, y aprovechó el acto para presentarse a la reelección.

«No nos hemos sentido nada bien por unas acusaciones que son un poco fuertes. Estábamos súper bien vistos y ahora somos la comidilla de toda la isla», espetó Díaz ante medio centenar de asistentes, entre los que se encontraban representantes del sector crítico.

Asimismo, Díaz explicó algunos datos económicos de la presente campaña, en la que los ingresos por las fichas han sido 40.250 euros y los gastos 58.000. El déficit -explicó- ha sido sufragado con diferentes acciones, como el alquiler del campo o el bar, entre otras.

Vicente Tur, un economista que se ha encargado de revisar las cuentas de esta campaña y la anterior, aseguró que están «correctas» y que las presentarán en la próxima asamblea.

Sobre las quejas de que llevaba cinco cursos sin presentar los balances, Díaz reconoció que no se había hecho de la forma más adecuada: «Pues sí, y es fallo mío. Hasta hace cuatro días eramos 12 socios y lo hablábamos entre nosotros», confesó.

En referencia a las irregularidades en el proceso electoral, el candidato apuntó que los críticos no podían presentarse ya que o bien no eran socios o no están al día en el pago de la cuota.

Los representantes de la junta gestora apuntaron que hoy [por ayer] presentarían la respuesta al recurso impuesto ante el presente proceso electoral. Sin embargo, un crítico aseguró que se había hecho fuera del plazo legal de tres días, por lo que el programa podría verse alterado hasta la resolución definitiva de la impugnación.

El director deportivo del club, Juan Ibáñez, Buti, aprovechó para hacer balance de sus dos temporadas en la formación, y lamentó que su trabajo se haya valorado «por la última campaña y no de una forma más general».