A principio de temporada, al repasar el listado de plantillas de Liga Femenina y Liga Femenina 2, había más ausencias que novedades respecto a campañas anteriores. Una de las bajas reseñables fue la de Silvia Morales. La excapitana del Club Bàsquet Puig d´en Valls no aparecía en ningún roster de clubes de ninguna de las dos competiciones nacionales. Tampoco lo hizo en ligas de menor rango como la Primera Nacional, y mucho menos, en las locales.

La razón es que la escolta de Badalona, que continúa residiendo en Santa Eulària, ha decidido colgar las botas y dedicarse al negocio familiar que regenta en la Villa del Río. No tiene ninguna relación con el mundo de la canasta desde que el pasado 24 de marzo de 2012 finalizara la competición en la Liga Femenina y el PDV consumara su descenso a Liga Femenina 2.

Esta redacción trató de ponerse en contacto en reiteradas ocasiones y días diferentes con la catalana para conocer los motivos de su retirada, pero fue imposible dar con ella. Aun así, fuentes cercanas a la ya exjugadora apuntan que quiere dedicarse por completo a su vida fuera del baloncesto.

La única relación que le queda a Morales con su anterior club es la económica, ya que es, junto a miembros del cuerpo técnico, la única jugadora a la que se le adeuda dinero de la temporada 2011-2012.

Silvia Morales ha defendido la camiseta roja del club santaeulaliense en ocho de las 10 temporadas que la entidad de la Villa del Río ha militado en la máxima categoría del baloncesto femenino nacional. Llegó en el curso 2002-2003, que fue el primero del PDV en la élite. Tras su paso por el Cadí La Seu regresó en la campaña 2004-2005 . Siguió en la isla hasta la 2009-2010, que fichó por el Olesa. Antes, en la 2008-2009 consiguió los subcampeonatos de Copa y de Supercopa de la Reina. Volvió en la 2010-2011 con Miguel Ángel Ortega en el banco y con él acabó su ciclo en el PDV.