110 metros en 14 segundos y 19 centésimas en medio del bochorno madrileño. «Una patata», según afirma socarronamente el propietario del registro, que no es otro que Felipe Vivancos. La marca se perderá en la trayectoria del ibicenco, que posee un mejor tiempo personal de 13´´41 en la prueba de los diez obstáculos, pero es la primera piedra de un edificio olímpico que es necesario edificar por la vía rápida.

El competidor del Club Atletisme Pitiús reaparició ayer en un contro lde la capital después de cuatro meses parado. La lesión del isquiotibial que le amargó durante el verano pasado reaparició en febrero en una carrera en Zaragoza, amenanzando su presencia en Londres 2012, el premio gordo de la lotería para una temporada con el calendario más apretado de la habitual por coincidir Europeo y Olimpiadas.

«He estado muy nervioso, pero es normal. Me alegro de que la carrera haya ido bien. La próxima semana voy a volver a correr, no hay tiempo que perder», comentó Vivancos sabedor de que debe conseguir bajar de los 13´´60 (mínima B olímpica) antes del 8 de julio si quiere estar en Londres. Antes, aparece en el mapa Helsinki, escenario de la cita continental a finales de mes, competición para la que demandan 13´´80. La caza de esos objetivos ya está lanzada y la próxima semana Vivancos intentará acercarse a su presa en un escenario maldito. El pitiuso tiene previsto correr en Turín, ciudad donde se lesionó el año pasado.