El CD Ibiza no está teniendo la suerte de cara en estas últimas semanas de la pretemporada y se encamina hacia el inicio de la competición liguera en la Segunda RFEF, previsto para el próximo fin de semana, con menos rodaje en las piernas de sus futbolistas de lo que se habría deseado en un principio.
Y es que los contagios por covid que se han detectado entre los integrantes de la plantilla rojiblanca y los pertinentes periodos de aislamiento, han frustrado ya en varias ocasiones en este mes de agosto la posibilidad de disputar esos necesarios partidos amistosos que la entidad ibicenca tenía programados para que el técnico Raúl Garrido completara la puesta a punto de su equipo de cara a su estreno en la Segunda RFEF.
Semanas complicadas
Tras jugar contra la Peña Deportiva el día 15 de agosto, las alertas saltaron el pasado día 19 de agosto en la entidad rojiblanca, cuando informó de la detección de varios casos positivos en su plantilla. Inmediatamente, se comunicó la cancelación del encuentro que el CD Ibiza iba a jugar el domingo 22 frente al Atlético Baleares en el 52º Trofeo Brondo.
También fue suspendido el amistoso del pasado miércoles frente al Inter Ibiza, de Tercera, así como el que jugaban hoy domingo, a las 19 horas, contra el Sant Jordi, última cita de interés para que el CD Ibiza pudiera realizar pruebas con cierto margen de maniobra antes del arranque de la competición oficial, con todo un derbi pitiuso para abrir boca de inicio, en una primera jornada en la que visitará el feudo del Formentera el próximo 5 de septiembre.
