La Peña Deportiva ha vivido un auténtico Domingo de Resurrección en su estreno en la segunda fase de la Liga de Segunda B, en la que ha arrancado su lucha por la permanencia en el grupo 3-E con una sufrida, pero importantísima victoria en su visita al feudo del AE Prat, donde los de Raúl Casañ han sumado a base coraje y pundonor sus tres primeros puntos, tras imponerse in extremis por 1-2 al cuadro catalán, con goles de Colau y Andreu, a pesar de jugar durante casi toda la segunda parte del encuentro con un futbolista menos por la expulsión del Fondarella con roja directa en el minuto 52 de juego.
Con este valioso triunfo a domicilio el equipo santaeulaliense inicia la segunda fase de la competición con buen pie y se coloca al frente de la clasificación del Grupo E con 24 puntos.
Comenzó el choque la Peña Deportiva con un primer aviso sobre la meta rival cuando apenas se habían cumplido unos segundos de juego, con un peligroso centro desde la izquierda de Fondarella, que el portero local Carlos Craviotto tuvo que atajar con presteza para desbaratar el peligro en sus dominios.
El Prat contestó poco después, en el minuto 6, con una falta lateral que lanzó Eric Jiménez, pero sin peligro alguno para el guardameta peñista Seral, que blocó el esférico con solvencia.
Sin embargo, la mejor y más clara ocasión para haber desnivelado el resultado fue para la Peña Deportiva, en una acción en la que David Barca se internó con un buen movimiento en el área catalana y que finalizó con un chut que obligó a Craviotto a intervenir de manera providencial para evitar el tanto del delantero peñista.
Casi acto seguido, Colau dispuso de una nueva oportunidad para los visitantes, con una falta desde el vértice derecho del área local, que Craviotto tuvo que despejar con una salida de puños para alejar el peligro de su portería.
El Prat tenía más la pelota, pero se mostró inoperante e incapaz de inquietar el marco santaeulaliense, mientras que la Peña Deportiva, bien ordenada y apretando atrás en defensa, buscaba el robo de balón y las salidas rápidas para crear mucho peligro.
Hasta esos instantes El Prat tenía más la pelota, pero se mostró inoperante e incapaz de inquietar el marco santaeulaliense, mientras que la Peña Deportiva, bien ordenada y apretando atrás en defensa, buscaba el robo de balón y las salidas rápidas para generar ocasiones a la contra. Así, en el minuto 31, Loren lanzó un contragolpe veloz, tras irse con calidad de varios contrarios, para acabar cediendo el cuero en buena posición a Colau, que chutó en carrera sin mucha precisión a la manos de Craviotto.
Poco después, en el 35, Eric Jiménez replicó para los locales, con un lanzamiento lejano sin consecuencias para la integridad de la meta visitante y que se le marchó demasiado alto, en la que fue la segunda llegada con cierta intención de los catalanes.
No obstante, al filo del descanso, el cuadro local dispuso de su mejor ocasión, merced a una falta peligrosa desde la frontal que sacó Padilla buscando el palo derecho, pero que Seral blocó por bajo sin excesivas complicaciones, para que se alcanzase el intermedio con el resultado inicial de cero a cero.
La Peña golpea de inicio en la segunda mitad
La segunda parte del encuentro no pudo comenzar de mejor forma para los intereses de la Peña Deportiva, ya que al minuto de la reanudación, un centro de David Barca en el interior del área rival fue cortado por Putxi con la mano, lo que se tradujo en un penalti, que Colau se encargó de materializar con mucha clase desde los 11 metros para adelantar a los de la Villa del Río con un lanzamiento ajustado al poste izquierdo (0-1).
El Prat, tocado por ese tempranero gol de inicio recién salidos de los vestuarios, respondió un minuto después con una peligrosa acción que inició Montero con un gran pase que dejó a Bertomeu solo ante Seral, que estuvo brillante en su reacción para detener el esférico, en la que fue sin duda la mejor oportunidad de los catalanes.
Y cuando parecía que las cosas ya marchaban de cara para los de Raúl Casañ, a la Peña Deportiva se le torció todo en pocos minutos, al complicarse la existencia con una inoportuna expulsión por roja directa de Fondarella, en el minuto 52, tras derribar a un adversario con una entrada a destiempo con la pierna en alto.
Con uno menos y más de 37 minutos por jugar aún por delante, los planes de Raúl Casañ se vieron completamente alterados, por lo que tuvo que dar de inmediato entrada a Crespo en sustitución de Gilbert para tapar el hueco que se produjo en el lateral por la salida de Fondarella.
Y si las cosas podían empeorar aún más para los peñistas jugando con uno menos, eso fue lo que ocurrió, puesto que en el minuto 62, el colegiado pitó en su contra un riguroso penalti por derribo a Montero, que él mismo transformó a continuación en el empate (1-1), tras engañar a Seral con un chut por el centro.
A partir de ahí, al cuadro isleño le tocó sufrir lo indecible ante un oponente que, en superioridad y con el empate en el marcador, se creció y puso cerco al área visitante.
A partir de ahí, al cuadro isleño le tocó sufrir lo indecible ante un oponente que, en superioridad y con el empate en el marcador, se creció y puso cerco al área visitante, llegando a crear bastante más peligro en su acciones.
Así, los minutos corrieron hacia el final del encuentro con una Peña acosada en todo momento por su rival y a la que le tocó sufrir un gran desgaste para seguir conservando las tablas, un resultado provisional que a punto estuvo de deshacer Alberto Padilla, en el minuto 85 con un potente disparo desde la distancia que acabó estrellándose en el larguero de la portería peñistas, después de que Seral tocara el balón providencialmente con la punta de los dedos.
En pleno acoso de los locales en la recta final del partido, sin embargo, resucitó la Peña Deportiva y encontró el camino hacia la luz con un oportuno tanto de Andreu al filo del minuto 90, tras un córner que botó Loren al segundo palo, que tocó Fran Núñez de cabeza para cambiar el juego de lado, donde Andreu apareció para remachar la jugada al fondo de las mallas (1-2) y dar a los peñistas tres puntos que valen oro.
