Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

arte & letras

La mar de libros

Portada del libro "Mediterráneo, tumultos del oleaje"

Aunque cada lector tiene sus preferencias, las ventas de las librerías demuestran que el personal se decanta sobre todo por la novela, sea negra, policíaca, de aventuras, de trasfondo político y espías, de contexto dramático, sentimental o de ciencia-ficción. Algunos lectores devoran memorias y otros, los menos, se decantan por sesudos ensayos, prosa poética o lírica estricta. Para no esquivar el bulto, les diré que yo, según han pasado los años, me he convertido en un coleccionista impenitente de libros que, de una u otra forma, hablan del Mediterráneo. Supongo que en ello pesa el haber vivido muchos años en una isla como Ibiza. Siempre hay alguna razón o circunstancia que nos motiva y explica como lectores. Pero vamos al grano. Como estos papeles se publican en un rincón mediterráneo y van dirigidos a lectores mayoritariamente insulares –islómanos convencidos o circunstanciales, tanto da-, he pensado que podemos aprovechar estas rayas para recordar –acción siempre subjetiva, conviene decirlo- algunos autores y libros inolvidables sobre este Mare Nostrum, sobre este mar nuestro de cada día.

Es tanto y tan bueno lo que se ha escrito sobre el Mediterráneo, que una buena opción para transitarlo es hacerlo muellemente sentados en el sillón orejero con un buen libro en las manos. Afortunadamente, su bibliografía nos desborda. Y es que este pequeño mar interior tiene más historia que sus padres oceánicos y es, por otra parte, un mar de mares; ya saben, Adriático, Tirreno, Muerto, Egeo, Ligur, Jónico, Balear, etc-, un espacio plural inagotable en la vida de un hombre. Podemos viajar a Venecia, Estambul, Nápoles, Alejandría y otros muchos lugares, pero siempre serán más los que no conocemos. Esa limitación la salvan precisamente los libros, con la ventaja de que no nos dan una visión única, sino la de muchos viajeros. Y si olvidamos los lugares que hemos visitado, los libros los retienen y nos permiten revisitarlos. Son viajes que podemos interrumpir y reanudar siempre que queramos.

«Este pequeño mar interior tiene más historia que sus padres oceánicos y es, por otra parte, un mar de mares»

decoration

Posiblemente, lo más importante que estos libros descubren del Mediterráneo es que el espacio que vemos hoy acumula el devenir de muchísimos pueblos, un universo fascinante de conocimientos, arte, culturas y religiones. En él hemos construido los monoteísmos, judaísmo, islamismo y cristianismo; y en él encontramos pueblos que, a pesar de su vecindad, conforman mundos con personalidad propia. Esta diversidad es una inmensa riqueza y explica que este mar de mares y de mundos nos haya dado un mar de libros. Divagaciones aparte, les dejo una breve relación –inevitablemente personal- de algunos textos mediterráneos que uno tiene como libros de cabecera.

Puedo equivocarme, pero la obra más apasionante y exhaustiva que conozco sobre el tema, con diferencia, es ‘El Mediterráneo’ de Braudel, un mosaico prodigioso de geografías, pueblos, historias, culturas y vida cotidiana. Y un trabajo asimismo inclasificable, libro de viajes, diario de a bordo, atlas marino y tratado poético filosófico es el ‘Breviario Mediterráneo’ de Predrag Matvejevic. Junto a él y para desengrasar, de este mar inabarcable tenemos un resumen menor pero delicioso en los ‘Mediterráneos’ de Chirbes. Y figuras mayores, -si cabe, pues comparar es odioso-, las tenemos en los Durrell. De Lawrence tenemos el ‘Cuarteto de Alejandría’ –Justine, Balthasar, Mountolive y Clea-, además de textos incisivos y cálidos como ‘Limones amargos’, ‘Cefalú’ y ‘Una Venus Marina’. Su hermano Gerald, menos sesudo y siempre de buen humor, nos regala los tronchantes textos de su vida insular en Corfú, ‘Mi familia y otros animales’, ‘El jardín de los dioses’ y ‘Bichos y demás parientes’. De Henry Miller no puedo dejar de citar ‘El Coloso de Marusi’, un viaje a Grecia luminoso y magistral que, sintiéndolo mucho, no pienso prestar a nadie. Y más próximo a nosotros tenemos a Manuel Vicent, vecino de Denia, que conoce bien las aguas pitiüsas, con obras como ‘Tranvía a la Malvarrosa’, ‘Contra Paraíso’ y P’ascua y naranjas’. Y una fábula mitológica fascinante, última ocasión en que los dioses del Olimpo se sentaron a la mesa con los hombres para una fiesta, la tenemos en ‘Las bodas de Cadmo y Harmonía’, de Roberto Calasso. Y no me olvido del prolífico Pla, con su rosario de libros sobre el mar y las islas, ‘El meu país’, ‘Aigua de mar’, ‘Les escales de Llevant’, ‘Les illes’, ‘Notes per a Silvia’ o ‘Itàlia i el Mediterrani’. Y de Camus no se pierdan ‘Bodas’, ‘El Verano’, ‘En el mar’, ‘El Minotauro’ y ‘El exilio y el reino’. Y podríamos seguir con Porcel en ‘Les illes encantades’ y ‘Mediterráneo, tumultos del oleaje’, con Caballero Bonald en ‘Mar adentro’, con R. D. Kaplan en ‘Invierno mediterráneo’, etc. Para mí sigue siendo una obra insustituible a la que siempre regreso ‘La Historia de Sant Michel’, de Axel Munthe, un prodigio de autobiografía novelada, con la utopía de Capri al fondo. Y todavía podríamos acudir a ‘Sólo la mar’ de Alberti, a la preciosa ‘Antología del mar y la noche’ de Vicente Alexandre y, por supuesto, a nuestros magníficos autores insulares, Vicente Valero, Marià Villangómez, Antoni Marí, Jean Serra, Josep Marí, Antonio Colinas, etc. Lo cierto es que se podría hacer una biblioteca inmensa, como la que pensaba Borges, sólo con las obras que tienen el Mediterráneo como tema. Aquí, para acabar, sólo podemos decir, resignados, que si en nuestra relación ‘no están todos los que son’, ‘si son todos los que están’. ¡Felices navegaciones!

Compartir el artículo

stats