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Arte&letras

La canción de la liebre y la sardina

Un libro que recoge dos breves ensayos de Hannah Arendt muy vigentes. ‘Verdad y política’, escrito como respuesta a la controversia de ‘Eichmann en Jerusalén’,

y el segundo, ‘La mentira en política’, vio la luz tras la filtración de los ‘Documentos del Pentágono’.

Verdad y mentira en la política Hannah Arendt Página Indómita/Random House. Barcelona, 2018, 147 páginas

La mentira es un concepto difuso y contradictorio, pero no lo es menos el concepto de verdad. Leamos la definición que ofrece la Real Academia Española de la Lengua como primera acepción de ambas. La mentira es la «expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa». Pensamiento y creencia en la misma definición. ¡Uf! La verdad es la «conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente». Lo conceptual junto a lo material, vigilando a lo Michel Foucault, «palabras y cosas». ¡Re-Uf!

Leo la segunda acepción de verdad y el diccionario (tomo 2., ed. 2001) me pone que es la «conformidad de lo que se dice con lo que se siente o piensa». Así que, sentimiento y pensamiento vuelven a estar mezclados. Miro todas las acepciones de ambas palabras y…, me rindo.

Verdad y mentira en la política Hannah Arendt Página Indómita/Random House. Barcelona, 2018, 147 páginas

La mentira es insidiosa, destructiva; extremadamente difícil de contrarrestar cuando está bien urdida y cuenta con el adecuado aparato de propaganda para expandirse. En política (algo que, nos guste o no, afecta a todos) la mentira repetida una y otra vez (recordemos el uso que de ella hicieron los Joseph Goebbels y cía.) destruye la verdad para imponerse como «nueva» verdad.

Cuando se detenta el poder, la nueva verdad, es decir, la mentira, es elevada a verdad oficial, a la vez que pasa a ser instrumento y fuente de toda legalidad. Cuando se pretende conquistar el poder a cualquier precio la mentira, reconvertida en verdad es instrumento preferente del odio y de la corrupción política. La verdad, tal y como la entiende el diccionario, escasea en tiempos de dictadura, sea esta, totalitaria o democrática.

Hannah Arendt (Hannover 1906-Nueva York 1975) fue la analista política mejor dotada del pasado siglo. Especialista en el estudio del totalitarismo y de la cuestión judía, exalumna de los Husserl, Jaspers, y Martin Heidegger (también examante y disidente del pensamiento de este último), nos dejó dos trabajos de muy recomendable lectura o relectura, recogidos por Página Indómita bajo el título de Verdad y mentira en la política. Constituyen, inmejorables ilustraciones del debate histórico que anuncia el título y le vienen como anillo al dedo a aquella cancioncilla infantil cargada de contenido metafórico: «Por el mar corre la liebre, por el monte las sardinas…».

El primero de esos trabajos, «Verdad y política», publicado en 1964, fue la respuesta de Arendt a la polémica suscitada por su libro Eichmann en Jerusalén donde reflexionaba en torno al proceso contra el exdirigente nazi Adolf Eichmann, responsable de la «solución final», ejecutado en Israel en 1962. Arendt planteó una lectura diferente sobre ciertos aspectos del mismo. Su propuesta sobre «la banalidad del mal» generó un debate aún vigente.

El conflicto entre verdad y política ya enfrentó a filósofos y ciudadanos en la antigua Grecia. Para los primeros la verdad era lo opuesto a la mera opinión, imperante en todo aparato de poder. El razonamiento, basado en hechos y pruebas y, las opiniones basadas en palabras elocuentes, siguieron enfrentados en tiempos de Hobbes, de Kant, del colonialismo y de las guerras mundiales hasta hoy. Lo que subrayó Arendt es «la imposibilidad de establecer hechos si estos no van acompañados de una interpretación». Luego viene el relato y las diferentes lecturas del mismo. Es decir, resulta casi imposible, separar criterios de verdad de la praxis política.

Impunidad del engaño

El segundo trabajo titulado «La mentira en política» surgió a consecuencia de las filtraciones a la prensa de los «Documentos del Pentágono» que, en junio de 1971 fueron publicados en el New York Times. Para Arendt «la cuestión básica suscitada por los documentos es la del engaño» y no fue la descomunal cantidad de «papeles» descubiertos (cuarenta y siete volúmenes de informes encargados por el Secretario de Defensa sobre decisiones políticas y militares en la guerra del Vietnam) ni su carácter secreto, violado, para obtener la verdad.

Arendt, delata la impunidad con la que se practica el engaño por acumulación de mentiras, por parte del poder político, agarrotado por «el miedo obsesivo al impacto de la derrota, no sobre el bienestar de la nación, sino sobre la reputación de los Estados Unidos y de su presidente…». El presidente Johnson y el secretario de Defensa McNamara tomaron decisiones para iniciar y mantener una guerra devastadora contra toda lógica y evidencia racionales. El presidente J. F. Kennedy no supo terminarla dignamente… Ni siquiera, ocultaron bien los documentos inculpatorios.

En 2017, Steven Spielberg realizó una estupenda película con Los papeles del Pentágono como protagonistas junto a Meryl Streep y Tom Hanks.

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