«Frente al desarrollo urbanístico hemos llegado a una autarquía en la que cada uno vive en su mundo, estamos ensimismados, lejos de la cultura y de la vida», explica Pedro María Asensio sobre 'Autarquía', la exposición que inaugura esta tarde a las 20 horas en la sede del Colegio de Arquitectos en Ibiza, en Can Llaneres.

Se trata de una instalación que es casi una segunda parte o incluso un reverso tenebroso de los 'Futuros perdidos' que estrenó en la misma sala hace 14 años. En aquella mostraba una ciudad lineal utópica que ocupaba toda la parte central del espacio con construcciones: «Era una ciudad posible entre futuros perdidos -explica el artista- en la que proponía algo más estético, entre industrial y utópico, pero la realidad se ha impuesto de una forma tremenda e inexcusable. La realidad hace que no tenga cabida lo social. Es un futuro múltiple pero poco social, estereotipado».

Esta nueva realidad se presenta en la muestra a través un díptico, ante el que hay 29 seres, -«penitentes que podríamos decir que son los que pagan la crisis inmobiliaria», dice- y construcciones a modo de casitas cúbicas que podrían recordar a las payesas, sobre vinilos pintados, que ocupan la sala.

De todas formas, esta vertiente crítica no quiere ser moralizante, insiste Asensio, sino que se hace de una forma visual: «Frente a propuestas más poéticas, planteo esto para que el espectador reflexione», avisa.

Quince cuadros independientes

Quince cuadros independientes

La instalación se completa con quince cuadros de gran formato que ocupan las paredes de la sala, también autárquicos, porque cada uno es absolutamente independiente y no tiene resonancia con ningún otro: «Desde el punto de vista formal no son tan independientes, pero sí por el tratamiento», explica el artista mientras monta la muestra en la sala Erwin Broner. Cuenta que ha introducido el verde, un color que no utilizaba hace mucho tiempo: «Me pareció conveniente», sentencia.

El hecho de que cada cuadro esté aislado es también un «guiño» al espectador, «para que aporte -asegura- una visión que me hace falta para avanzar. Son tramas indefinidas, estructuras abiertas que sugieren mundos intransitados».

Toda la instalación, para la que ha creado además una serigrafía conmemorativa, parte de un poema del escritor ibicenco Vicente Valero, con el que ha colaborado en diferentes ocasiones. En concreto del libro 'Días del Bosque', con el que recibió el Premio Loewe y del que Asensio había creado la portada. «Cojo los cuatro primeros párrafos, que hablan del bosque y del alma, y construyo la instalación a partir de ellos».

Asensio, nacido en Cuenca en 1950, se instaló en Ibiza en 1977, donde desarrolló su carrera artística durante 35 años. Actualmente vive y trabaja a caballo entre la isla y Madrid.