Como si cada pueblo de Ibiza tuviera que acoger obligatoriamente un concurso anual de algún plato tradicional, Santa Agnès ha decidido no quedarse al margen de esta carrera y se ha erigido este año en capital mundial del sofrit pagès. A semejanza de Sant Antoni con el arròs de matances, Sant Carles con el calamar o Santa Eulària con el gerret (quién sabe cuál será el próximo y con qué plato), esta localidad logró quedar colapsada en la primera edición de este nuevo concurso. (Puedes ver todas las imágenes aquí)

Dos kilómetros antes de llegar al minúsculo pueblo la carretera ya presentaba el mismo aspecto que el acceso a ses Salines en pleno verano, lo que da idea de la avidez con que acuden las masas al aroma de cualquier guiso, por alejado que esté de su casa. Miles de personas, llegadas de toda la isla, desbordaron con cientos de coches los aparcamientos que la organización (la Asociación de Vecinos de Corona) había previsto. «La verdad es que esto ha desbordado nuestras expectativas», confesaba la presidenta de la asociación, María Ferrer, mientras iba de un lado para otro atendiendo los numerosos frentes de actividad que tenía abiertos. El descampado situado junto a la iglesia estaba a la una y media lleno de gente y de tenderetes, cada uno de los cuales albergaba alguno de los 31 grupos inscritos en la competición.

Las colles de amigos o familiares que participaban en el concurso llevaban nombres como 'Foc a s'olla', 'Es de sa cresta', 'Es mal sofrits' o 'Xarop de bastó', entre otros muchos, a cual más imaginativo.

El sofrit pagès, uno de los tesoros de la gastronomía pitiusa, manjar humilde y al mismo tiempo completo y potente, se apoderó de Santa Agnès durante todo el día, pues ya desde primera hora habían empezado los preparativos y el traslado de enseres, ingredientes, perolas y demás bártulos por parte de cada colla y también por la organización. «Está claro que nunca en la historia de Ibiza se habían cocinado tantos sofrits pagès al mismo tiempo en tan poco espacio», informaba Joan Boned, uno de los asistentes a este evento.

Margalida de Can Lluc, con varios familiares y amigos, estaba al frente del grupo 'Alegria i bon dinar as migdia', y explicaba que su sofrit se limitaba a seguir la receta tradicional ibicenca, sin añadidos de ninguna clase, excepción hecha, eso sí, de unas alcachofas que estaban preparadas para ser introducidas a la cazuela. La presencia de cebolla sobre el mostrador parecía haber sido objeto de polémica interna en el grupo, pues una de sus integrantes aclaraba tajante: «Cebolla, no», mientras retiraba con un ademán los restos de este condimento.

No hace falta haber nacido en la isla para aspirar al premio otorgado por el jurado, como atestiguaba la pandilla de Gustavo Vélez, llamada 'Es amics des sofrit pagès', andaluces casi todos ellos. Gustavo, natural de Huelva, explicaba su propósito de ser «lo más fieles posible a la receta auténtica»: carne de cordero y de pollo, butifarrón, sobrasada, caldo, pimiento rojo y «muchísimo ajo», recalcaba. «Acabamos de participar en el campeonato mundial del arròs de matances y pronto lo haremos también en el próximo concurso de frita de porc», añadía.

Entre los diferentes puestos repartidos por la explanada se preparó comida para unas 620 personas, a las que se añadieron las 200 raciones elaboradas por la organización, «pero se han terminado hace ya dos horas», afirmaba María Ferrer cuando aún no eran las dos del mediodía.

El jurado, compuesto por destacados restaurantes tradicionales de Ibiza, el Consell y la Asociación de Vecinos de Corona, recibía cada cuarto de hora cinco muestras que eran saboreadas y examinadas con atención por sus componentes, que tuvieron una difícil elección. «La calidad ha sido muy elevada», afirmaba uno de ellos.

«Lo que se mira sobre todo es que la carne esté bien cocida, ni demasiado ni demasiado poco, que las patatas estén en su punto, que todo tenga un buen color, que la picada sea correcta y, en definitiva, que todas las características de un buen sofrit pagès estén presentes», indicaba la presidenta de la organización.

El primer premio correspondió a 'Amics sofrits', el segundo a 'Kantaun i es sofrit de sa güela', de Sant Antoni, y el tercero a 'Cafcaf Team', de Corona.

La de Santa Agnès es una asociación vecinal fecunda en actividades, y puede decirse que no para un momento en la tarea de perpetuar las costumbres y tradiciones de la Ibiza rural.

Festa de sa Sitja

Para los días 22, 23 y 24 de febrero está ya convocada la Festa de sa Sitja, en sa Rota d'en Coca, para encender la tradicional sitja, con la que antiguamente se obtenía carbón. Este año, según explicó el impulsor de la iniciativa, Toni Boned, «la novedad consistirá en que se va a encender un forn de pega, del que se obtenía resina mediante un proceso de destilación». Se presentará también una pintura hecha con cal, para emplear en el encalado tradicional de casas, y que comercializará una empresa local.

La tradición y la cultura popular continúan vivas en Corona.