La falta de la más mínima sensibilidad de mucha gente que es capaz de dejar su mascota abandonada a su suerte hace que todos los años los centros de acogida y recuperación de animales reciban cientos de perros sin dueño. La Fundación Can Gossos, en las cercanías de Sant Rafel, es uno de los centros que en la isla de Ibiza se dedican a recuperar perros abandonados y que, tras una estancia en estas instalaciones, son entregados en adopción a personas que se comprometan a cuidarlos como es debido.

Ayer, Can Gossos celebró una jornada de puertas abiertas para que todo aquél que lo deseara contemplara con sus propios ojos cómo viven aquí los animales que esperan un dueño, pasearan a algunos de ellos y conociera cómo funciona este centro.

Desde que abrió sus puertas en 2012, este centro (propiedad de una fundación suiza financiada por el espíritu filantrópico de su millonaria dueña, Gigi Oeri) ha enviado al país helvético un millar de canes para que allí puedan ser adoptados. Y es que en Ibiza no hay población suficiente para absorber todos los animales que llegan aquí continuamente.

A Suiza en 'jet' privado

El representante en Ibiza de la fundación, Rainer Rosellen, comentaba ayer que cada dos semanas despega un avión desde la isla con destino a Suiza con animales para ser entregados a ciudadanos de allí. Ese avión, sin embargo, no es una aeronave cualquiera, sino un jet que fleta expresamente la propietaria de la entidad para asegurar que los perros no sufran las incomodidades propias del ajetreo aeroportuario.

«Si nos limitáramos a realizar adopciones en la isla, no podrían entregar tantos», afirma Rosellen, que dirige unas instalaciones caracterizadas por la calidad de su construcción. «Nos costó cinco años de trámites poder obtener la declaración de interés general, porque ningún ayuntamiento quería tener este centro en su municipio», afirma. El motivo eran las posibles quejas de los vecinos que, efectivamente, en ocasiones se producen, tal y como el propio Rosellen no tiene problema en admitir. Finalmente, el Ayuntamiento de Sant Antoni aceptó que se ubicara en esta finca de 180.000 metros cuadrados.

En los momentos de mayor ocupación, Can Gossos alberga hasta 140 perros, si bien el promedio ronda los 70. Todos ellos están atendidos por un personal de 14 personas contratadas y que trabajan de forma permanente.

«El abandono de perros ha subido mucho en Ibiza, sobre todo por el tema de los alquileres turísticos, dado que los dueños de las viviendas prohíben a sus inquilinos que tengan perros», afirma el responsable de las instalaciones. Apunta además una segunda causa: la propia naturaleza del trabajo turístico de temporada, «que hace que mucha gente trabaje de noche o tenga horarios que no les permiten atender a sus perros».

Can Gossos colabora con el centro de acogida de sa Coma y tiene convenios firmados tanto con el Ayuntamiento de Sant Antoni como con el de Vila. Dispone de su propio veterinario y se encarga de buscar a personas interesadas en adoptar perros para conseguirles un futuro más prometedor del que les esperaba.

También se realizan visitas guiadas, como ayer, para mostrar al público el funcionamiento de la finca.