El Consell de Ibiza y la Federació de Colles de Ball i Cultura Popular de Ibiza i Formentera dieron ayer a mediodía una calurosa bienvenida a los grupos folclóricos que participan en la vigésimo segunda edición del festival Mare Nostrum. La acogida fue calurosa en todos los sentidos, el metafórico y el literal, porque el bochorno se hizo notar, especialmente en el salón de plenos donde se llevó a cabo la recepción. A pesar del «calor y la humedad», los 21 integrantes del Grupo de Danzas Nuestra Señora de las Nieves, de Burgos, estaban encantados de participar en el festival ibicenco. Su vicepresidenta, Montse Zamorano, se quedó gratamente sorprendida al ver a tanta juventud reunida seguidora de la cultura popular. Durante su actuación de ayer en el parque Reina Sofía, el grupo ofreció un repertorio de piezas del cante y el baile de buena parte de la geografía burgalesa.

Era la primera vez que esta asociación folclórica visitaba Ibiza y que se encontraba con su colla anfitriona, la de Labritja, que le devolverá la visita en octubre. «Llevaos la rebequita», advirtió con una sonrisa Zamorano.

Folclore lusitano

Para el Grupo de Folclore de Abitureiras, de Santarém (Portugal), ésta es la segunda visita que hacen a Ibiza. Estaba previsto que sus 30 componentes abrieran ayer por la tarde el festival, presentado por Sonia Ribas. Para la ocasión, habían preparado seis bailes. Su intención era entrar al escenario interpretando a cappella temas que los campesinos antiguamente cantaban al regresar del trabajo, según adelantó su presidente, Alipio Canaverde. Otro de los números preparado era «un baile de desafío», una danza, explicó Canaverde, en la que los intérpretes se retan para demostrar quien es el más ducho en el arte del baile.

Por su parte, la Asociación Folklórica Virgen de las Cruces, de Daimiel (Ciudad Real) había preparado para esta cita «una pequeña muestra de una boda manchega» con sus rondas y rondeñas y piezas de fandango y jota vieja. Durante la recepción en el Consell, la joven presidenta de la agrupación, Eva Jiménez, de 25 años, se manifestó muy satisfecha de formar parte de un festival con tanta «calidad» como el Mare Nostrum.

La comitiva del Gruppo Popular Città dei Trulli de Alberobello (Bari-Italia), compuesta por 32 personas, ofreció un repertorio muy variado. «Habrá danzas como el minueto Sgott, el piano-piano, o el pizzica- pizzica, con el que queremos despedir la actuación», detalló a mediodía su presidente, Nino Agostino. Por cierto, que los de Alberobello, localidad Patrimonio de la Humanidad por sus trulli, antiguas construcciones rurales, disfrutaron mucho de la visita a Dalt Vila, que se organizó antes de la recepción. «Tenía mucha curiosidad de conocer el casco antiguo, es bellísimo», comentó Agostino.

Sa Colla de Vila fue la encargada de representar al folclore ibicenco en la primera jornada del Mare Nostrum, que se clausurará hoy con actuaciones en Sant Joan, Sant Antoni, Jesús y Sant Jordi.