Eva Parey es fotógrafa documental con una sensibilidad especial para los retratos en la intimidad. Sus imágenes transmiten eso que hace única a la gente y a su entorno. Con 'Formentera, illa endins', inaugurada anoche en la sala de exposiciones del Ajuntament Vell de Sant Francesc, Parey (Barcelona, 1971) fue a buscar las raíces de quienes construyeron su forma de subsistir en la isla. Pero no es solo documental.

«Me considero clásica, pero con este trabajo he jugado también con el poder evocador de las imágenes», explicaba por la mañana, mientras acababa de montar la muestra, que en sí misma está pensada en forma de isla: «Cada cierto número de fotos va apareciendo el mar, para recordar que ahí está el límite, pero no he querido quedarme en la costa. La exposición también habla mucho del interior de Formentera porque a veces, entornos como el bosque o el campo quedan muy olvidados aquí».

Las fotos, aunque todas pueden adquirir sentido por ellas mismas, van acompañadas por pies que dan a los espectadores herramientas para entender el giro irónico, sensorial o conceptual que la periodista les quiere dar. Por eso, en una imagen del último rayo del sol del día resuena el sonido de las cigalas o de unos pétalos en el mar se extrae el de la procesión de la virgen del Carmen. Fotos que se codean con retratos transparentes de un hombre sembrando, una mujer volviendo de alimentar a los cerdos o un señor viendo el último atardecer del año.

«Me gusta pensar en el concepto de isla como una roca rodeada de agua en la que no hay otra salida», cuenta Parey, que lleva años vinculada a Formentera -también tiene un trabajo sobre el censo de tierras- pero su obra trasciende fronteras: la expulsión de los gitanos en Francia, desahucios, flamenco, una peregrinación religiosa en la India y una de las mayores del mundo o manifestaciones independentistas en Barcelona, donde vive, entre otros.