«¿Queremos a Ibiza?», preguntaba retóricamente el presidente de la Associació Vuit d´Agost, Pep Toni Ramon, al público reunido ayer noche en el parque Reina Sofía. Con este interrogante lleno de ironía comenzó Ramon la lectura del manifiesto de la entidad, tocando todos los temas candentes, empezando por la lengua y terminando por «los presos políticos» catalanes.

En apenas unos minutos Ramon y otro componente de la asociación, Jordi Escandell, dibujaron «la realidad» de la isla en un discurso que fue especialmente reivindicativo. «Realmente es un manifiesto light», comentaba el presidente unas horas antes de iniciar su lectura. Ramon habló en primer lugar de la necesidad de usar más la lengua catalana, de «dar fuerza a los valores lingüísticos dialectales», y también de «hacer un buen uso de la toponimia». El representante de la Associació Vuit d´Agost lamentó también que se haya perdido la esencia y las tradiciones ibicencas en celebraciones como el carnestoltes o la festa de Tot Sants. Criticó, además, que apenas haya restaurantes de cocina ibicenca y que el campo esté «cada día más abandonado».

Por su parte, Escandell mencionó el medio ambiente para reclamar que no se utilice el mar como «un basurero». Asimismo, la entidad ibicenca abogó en su manifiesto por un «turismo regulado» en el que se tengan en cuenta los recursos limitados de la isla. Escandell habló de mejorar la convivencia, «de no abusar de los alquileres y de perseguir los realquileres» y de luchar contra la violencia de género.

A los políticos esta agrupación ibicenca les pidió que cumplan sus promesas electorales, para luego hacer hincapié en que «en un estado democrático como el nuestro no se puede permitir tener presos políticos».

De sus comentarios críticos no se libraron ni el Ayuntamiento de Ibiza ni las propias Festes de la Terra, de las que dijo «sólo tienen el nombre». Como remarcó, a excepción de la celebración de ayer, en el programa de estas fiestas «no hay nada en nuestra lengua» y «poca cosa de la tierra».

Juegos para los más pequeños

En la Nit de l´Associació Vuit d´Agost no todo fueron reivindicaciones, también hubo tiempo para la diversión y la música.

La jornada festiva comenzó a las 20 horas con actividades para los más pequeños, que disfrutaron de lo lindo con juegos tradicionales como el pañuelo, la comba o la xinga (la rayuela). Muchos de ellos se apuntaron también al taller de percusión, que impartieron varios componentes de los Esperitrons. Entre los pequeños aprendices estaba Érika, de siete años y residente en Sabadell, que tuvo la oportunidad de tocar los zurdos (bombos) y los goliats (tambores).

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Juegos infantiles en las Festes de la Terra

Mientras, en las gradas, aguardaban los adultos defendiéndose como podían del calor con refrescos y abanicos. Allí estaban Margarita Riera y Carmen Molina, que se habían desplazado desde Sant Jordi a Vila para disfrutar de la Nit de l´Associació Vuit d´Agost y escuchar a una de sus bandas favoritas, Projecte Mut.

Pasadas las 21.30 horas Quin Delibat! subió al escenario para ofrecer a los asistentes un variado repertorio en el que repasaron temas de todos sus discos, incluidas un par de canciones inéditas de su nuevo álbum, ´Òrbites Concèntriques´, que presentarán en octubre. Les relevaron en el escenario Esperitrons.

Tras el manifiesto, le llegó el turno a Projecte Mut, que interpretó canciones de su nuevo trabajo ´La vida rima´, y de sus cuatro discos anteriores. La banda de folk-rock puso el broche de oro a esta jornada festiva y reivindicativa con el tema ´Que mos donim´.