Toni Planells ha ido sembrando de cámaras fotográficas diferentes puntos de Ibiza en los últimos años. Camaritas de fabricación artesanal, con latas de bebida o caramelos, con solo un agujero para hacer de cámara oscura y obtener imágenes con la técnica de la solarigrafía, impresas por la luz solar. Los resultados han sido muy variados, porque como él admite, no dependen solo del talento del fotógrafo, de cómo haya colocado la cámara, del encuadre buscado, del paisaje a retratar... Dependen también de dos factores: «paciencia y suerte».

Paciencia porque en ocasiones hacen falta hasta seis meses para obtener la imagen deseada, de solsticio a solsticio, para captar en una sola foto el recorrido completo del sol en el invierno o el verano. Y suerte porque hay muchos factores que pueden echar la imagen a perder: que entre agua en la cámara, que se mueva el papel al cerrarla, que alguien se lleve la lata o que corten la sabina en la que quedó emplazada, como le pasó en una ocasión, porque sus trípodes son piedras, árboles o señales de tráfico.

Esa paciencia, esa suerte y ese talento pueden admirarse desde hoy a las 20 horas en Sa Nostra Sala, en una exposición que forma parte del premio por ganar el pasado año el concurso Vuit d'Agost de Fotografía Amateur por algunas de estas fotos. La muestra, titulada con un gráfico 'Mòlt de temps', podrá verse hasta el 31 de agosto, de lunes a viernes de 11 a 14 y de 18 a 20.30 horas.

Algunas de las 13 solarigrafías expuestas tienen toda una historia detrás, como una de la catedral de Ibiza 'intervenida' por el agua que entró en la cámara, o una de Can Jordi que salió a la tercera, es decir, que necesitó un año y medio de paciencia y tres golpes buscando la suerte. «De todas las que pongo solo en un 20 o un 30% salen imágenes dignas de ser expuestas», explica.

El proceso

El proceso es siempre el mismo: buscar un emplazamiento discreto y adecuado: sur para retratar el solsticio completo, sureste para el amanecer, suroeste para el atardecer; esperar y recoger, y entonces llega el momento de convertir un proceso totalmente analógico en digital. El negativo impreso por la saturación del papel fotosensible se sacrifica al escanearlo para obtener una imagen con la mayor calidad posible y de gran tamaño como las que expondrá.

Esta será la segunda exposición individual de Planells como fotógrafo y es muy especial para él: «Es como cuando el Formentera fue a jugar a San Mamés. Esto era algo que hacía para mí, sin voluntad de mostrarlo. Y ganar el premio y tener la oportunidad de exponer en Sa Nostra Sala es casi un sueño. Podría haber soñado esto en mi faceta como dibujante -firma como Untaltoni- pero como fotógrafo ha sido algo inesperado».

La exposición se complementará con un taller de solarigrafía que comenzará el día 27. Los inscritos sembrarán cámaras fabricadas por Planells en los lugares que elijan y el día 30 se recogerán y se verán los resultados de su paciencia y su suerte.