Vengo leyendo estos últimos días en el Diario de Ibiza varios artículos sobre el tema de los peligros de las caravanas, escritos por la periodista Marta Torres Molina. Es tal el nivel de desinformación que tiene esta periodista que me he animado a escribir al director.

Lo primero que me gustaría es citar las diferencias entre caravanas y autocaravanas. Cuando dice caravanas y fotografía autocaravanas está falseando la verdad.

Una autocaravana es un vehículo M1, como un turismo, tiene ruedas y motor y está fabricado para poder vivir en su interior. Puede estacionarse en cualquier parte de la vía pública como cualquier otro vehículo sin poder sufrir ninguna discriminación por su tipo de construcción y obedece exclusivamente a las normas de tráfico, nunca las leyes de turismo.

Según la DGT se puede pernoctar siempre que la actividad interior no trascienda al exterior. Solamente puede ser multado por dormir en espacios como los Parques naturales, Parques Nacionales o en zonas afectadas por la ley de Costas, como en cualquier otro vehículo.

Es considerado un turismo ecológico porque no necesita energía fósiles, llevan placas solares, son autónomas durante hasta siete días y luego gestiona sus residuos de forma ecológica.

Intentar que las ordenanzas municipales prohíban circulación, aparcamiento o pernocta es simplemente tratar de estigmatizar un sector utilizando una vía jurídica fuera de la ley, pues como ya he indicado anteriormente solamente está afectado por la ley de Tráfico.

El problema es que se alquilan autocaravanas para ejercer como hoteles turísticos, es el mismo problema que si se alquila un barco para ejercer la misma actividad, nadie en su sano juicio prohibiría los barcos en Ibiza.Para evitar los alquileres fuera del circuito de turismo está la ley de turismo y la ley de Hacienda.

Trasladando al principio de la noticia, una caravana y una autocaravana no es lo mismo, ni de aspecto, ni la construcción, ni siquiera la ley por la que están afectados. Es importante el rigor en la prensa local y estoy seguro de que en Ibiza hay interlocutores válidos para contrastar las noticias antes de publicar estos artículos con tantos errores.