Nuestros gobernantes olvidan continuamente que las formas son tan importantes como el fondo de una cuestión. En Vila lo acabamos de presenciar con la actitud de desprecio hacia los vecinos mostrada por el Ayuntamiento. No sólo nos ocultaron que habían desechado el proyecto del Centro Integral de es Gorg, sino que también fueron trabajando a la chita callando en su sorpresivo proyecto de albergue municipal. Además, una vez descubiertos por la prensa, el Ayuntamiento ha seguido manteniendo una total opacidad sobre la cuestión, salvo las confusas y cambiantes declaraciones públicas del concejal Joan Ribas, que no han hecho más que aumentar la desconfianza de la gente.

Cuando por fin el Ayuntamiento ha recibido a los vecinos afectados por la decisión unilateralmente tomada, ha sido para comunicarnos que esto es lo que hay, un «o estás conmigo o contra mí». Los representantes del barrio se encontraron con una absoluta falta de flexibilidad de los políticos municipales.

Fue un «no a todo»: ni el proyecto integral de es Gorg consensuado durante años por todas las formaciones políticas, ni aprovechar habitaciones en el antiguo hospital Can Misses, ni la construcción de un edificio ad hoc en el solar donde se encuentran las viviendas de Santa Margarita, etc€ todas ellas propuestas más económicas que lo que ahora plantea el Ayuntamiento y más rápidas en su ejecución y por tanto más efectivas a la hora de solventar la situación de las personas del municipio que realmente estén en una situación que deba ser cubierta por los mecanismos públicos de protección.

Porque otra cuestión planteada es: ¿cuántas personas hay en el municipio de Ibiza con el perfil que expuso el concejal Joan Ribas? Si el perfil es persona arraigada en el municipio que está pasando una mala situación personal y necesita cobertura de vivienda temporal hasta resolución de su concreta problemática (se nos puso el ejemplo de señora ibicenca muy mayor sin familia), ¿de verdad que hace falta acometer la ingente obra que quieren hacer y con el inmenso coste económico que va a suponer para todos los contribuyentes? -el propio Ayuntamiento ha reconocido un gasto aproximado de un millón de euros en las obras más 600.000 euros para la empresa privada que va a gestionar el albergue­-. ¡Qué fácil es pagar un capricho con el dinero de todos!

Qué decepción, señores, qué lamentable y frustrante es leer ahora el plan de actuación que está colgado en la web del Ayuntamiento (donde, por ejemplo, no se menciona la intención de variar el proyecto de es Gorg y donde se dice que no se hará nada de relevancia sin consultar a la ciudadanía); cuántas palabras biensonantes que ahora suenan a desvergüenza.