El viento no sopla a favor de los beach clubsbeach clubs, el intento de la industria del ocio de convertir los quioscos en discotecas de playa. Si bien se trata de un modelo consolidado sobre el terreno, especialmente en el municipio de Sant Josep, las instituciones locales de la isla no están dispuestas a apoyar con sus normativas la implantación de nuevos establecimientos de este tipo, sino todo lo contrario.

Prueba de ello es que actualmente ningún ayuntamiento de la isla de Ibiza reconoce la existencia legal de los beach clubs, pese a que dicha figura fue introducida en la Ley Turística del Govern durante la anterior legislatura del PP.

Se da la circunstancia de que, a raíz de esa ley, el Consell de Ibiza abrió un registro para incluir a todos los establecimientos que quisieran ser considerados como clubes de playa. Un total de once se inscribieron, casi todos ellos del municipio de Sant Josep, según explicó ayer el director insular de Turismo, Vicent Torres Ferrer.

Sin embargo, aparte de figurar en ese registro, los locales en cuestión debían obtener posteriormente licencia específica de beach club de su respectivo ayuntamiento. Ninguno de ellos lo ha conseguido, por lo que todos han sido suprimidos del citado registro, confirmó Torres. De este modo, en la actualidad no existe en la isla de Ibiza ningún establecimiento que pueda denominarse beach club de manera oficial, si bien cada vez son más los negocios que aparecen basados en este modelo.

El carácter totalmente desregulador que representó la Ley Turística del Govern del PP infundió temor incluso a alcaldes de este partido en Ibiza, como los de Sant Joan y Santa Eulària, que se apresuraron a redactar normas para blindar sus municipios frente a este tipo de locales o cualquier cosa que se le parezca, si bien alguno ha logrado ya implantarse en Santa Eulària. Los ayuntamientos de signo progresista han ido también adoptando medidas en el mismo sentido, como el de Ibiza o el de Sant Josep.

La categoría de 'beach club'

El director insular de Turismo explicó que el problema radica en que el Govern de Bauzá «incluyó la categoría de beach clubs en la Ley Turística sin antes haber dialogado con los ayuntamientos», por lo que ahora mismo esa novedosa figura carece de todo sustento jurídico allí donde primero debería tenerlo: los planeamientos de los ayuntamientos. «Se crearon falsas expectativas», añadió.

De este modo, los once locales que se habían registrado en el Consell como clubes de playa deberán volver a inscribirse con alguna de las categorías que contemplan los planeamientos municipales: bares, restaurantes, tiendas y otras modalidades de negocio.

El Consell, con la modificación de la Ley Turística, puede pronunciarse sobre la viabilidad o no de este tipo de establecimientos, y tiene previsto hacerlo tras consultar a los ayuntamientos.