Entrenos de partos y médicos de cartón

Ambos proyectos quedaron empatados tanto en puntos como en frecuencia de votación, por lo que el jurado (integrado por los jefes de Medicina Intensiva de los hospitales de Fuenlabrada y Torrejón de Ardoz, Joaquín Álvarez y María Cruz, y Blanca Obón y Ángela Alonso, intensivistas de los hospitales Lozano Blesa de Zaragoza y de Fuenlabrada) decidió repartir el premio. Ambos han conseguido una beca de 500 euros para que la destinen a seguir formándose, en sus propias áreas o en seguridad del paciente.

Paz Merino, coordinadora de la USP, destaca que la convocatoria de este concurso tiene un doble objetivo: «Por un lado incrementar la participación de los trabajadores en la mejora de la seguridad del paciente y por otro premiar el trabajo de los profesionales más implicados en la seguridad».

Ganadores

Juan Rosa, matrón: Simulacros en emergencias obstétricas

Organizar simulacros de emergencias que se pueden dar durante un parto para que el personal de paritorio esté entrenado es una de las ideas que se hizo con el premio de la tercera edición del concurso. Esto ya se hace en Estados Unidos, Reino Unido, India y Etiopía, apunta Juan Rosa, matrón responsable de la idea, que destaca el «bajo coste» de estos simulacros. Las emergencias obstétricas que se entrenarían serían eclampsia, cesáreas urgentes, parada cardiorrespiratoria de la embarazada, desprendimiento prematuro de placenta normoinserta, distocia de hombros, rotura uterina, hemorragia postparto y RCP neonatal. Estos simulacros se harían de forma periódica y el equipo estaría formado por un ginecólogo, un anestesista, un matrón, un enfermero y un auxiliar, todos ellos con al menos tres años de experiencia. Ellos mismos interpretarán a la paciente, dirigirán la acción y anotarán todo lo que ocurra en el simulacro, en el que participarán las mismas personas que atenderían esa urgencia.

Leopoldo David Salvatierra, cirujano: VISADO

? Vigilancia de la Seguridad en las Actividades Durante el Peri-Operatorio (VISADO) es la propuesta que le ha valido a Leopoldo David Salvatierra, cirujano de los servicios de Cirugía General y Aparato Digestivo, el premio. Esta idea, que pretende «disminuir las complicaciones quirúrgicas», es bien sencilla: una tarjeta física que acompaña al paciente durante todo el proceso (preoperatorio, espera, quirófano, despertar, UCI u hospital de día) y que garantizará que éste no pueda pasar de una estación a otra sin que esté completa toda la información. Salvatierra recuerda que «más de la mitad de los errores quirúrgicos (53-70%) ocurren fuera del mismo» y que, además, están relacionados con «la recolección y transmisión de la información a todos los trabajadores que intervienen en el perioperatorio».

Manuela Sánchez

Nos parecemos, pero no somos iguales

Cartulina de color naranja y unos palitos. Es lo único necesario para poner en práctica la propuesta de Manuela Sánchez, auxiliar de enfermería del servicio de Farmacia del Hospital de Formentera, para evitar confusiones «entre medicamentos que presentan similitud de envasado y etiquetado». «Por desgracia estamos muy acostumbrados a ver lo iguales que son por fuera medicamentos diferentes, incluso a llegar a confundir uno por otro poniendo en riesgo la seguridad del paciente», apunta Sánchez, que recuerda que los errores de medicación «son los más frecuentes». La auxiliar señala en su propuesta que el 9,3% de los pacientes hospitalizados sufren un «evento adverso», que el 37,5% de ellos están relacionados con la medicación y que una de las posibles causas de estos errores «y la más fácil de evitar» es la «isoapariencia del envasado y etiquetado». De hecho, relata un caso que ocurrió en el quirófano: «Se administró etomidato lipuro en lugar de propofol, debido a la isoapariencia de ambas ampollas». A raíz de este caso se etiquetó el etomidato con un mensaje: «Riesgo de confusión con propofol». La auxiliar propone implantar este etiquetado a otras parejas o tríos de medicamentos que puedan confundirse.

Manuel álvarez

Sesiones informativas sobre seguridad del paciente

Todo el personal que se incorpore al Área de Salud de Ibiza y Formentera debería recibir unas sesiones informativas sobre seguridad del paciente, afirma Manuel Álvarez, enfermero del servicio de Traumatología, que indica en su proyecto que éstas deberían ser «obligatorias». El enfermero propone que sean dos sesiones, la primera básicamente teórica y la segunda, más práctica. Todo lo aprendido, explica, se reforzaría mediante las acciones de la Unidad de Seguridad del Paciente, «que es bastante activa».

Diogo Figueiredo Gomes

Promoción del uso responsable de los recursos sanitarios

Para Diogo Figueiredo Gomes, residente de medicina de familia «el uso irracional de los recursos sanitarios y el desconocimiento del funcionamiento del sistema sanitario» son dos de las causas principales de «la sobrecarga asistencial en Atención Primaria y especializada, las listas de espera interminables, la masificación de consultas y los colapsos recurrentes en los servicios de urgencias». El residente considera que la educación es «fundamental» y propone «promover el uso responsable y racional de los recursos sanitarios en las edades más tempranas» con jornadas formativas para alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato.

José Segador

Venopunción al primer intento

Entre 210 y 320 euros cuesta el transiluminador portátil que propone adquirir José Segador, médico de familia del centro de salud de Sant Josep, para garantizar que los profesionales localicen la vena al primer intento, «tanto en extracciones sanguíneas como en apertura de vía endovenosa, incluso con poca pericia o inexperiencia». El médico asegura que en Atención Primaria encontrar la vena se hace difícil «en muchas ocasiones», tanto por la inexperiencia del sanitario como por las características de algunos pacientes. Se realizan varios intentos, a veces por parte de diferentes profesionales y se puede llegar a hacer daño a los pacientes, que incluso se desmayan. El transiluminador es un localizador venoso que además de evitar todo esto a los usuarios reduce los tiempos de espera y los traslados al hospital.

Protección de datos en interconsultas

Los formularios de derivación de pacientes de Atención Primaria a la consulta de un especialista incluyen todo los datos del usuario. En la parte superior figuran los de filiación y, debajo «datos sensibles, información clínica y otros datos confidenciales a los que tiene acceso personal no clínico, como administrativos, auxiliares de enfermería y celadores», entre otros, afirma Segador, que denuncia que esto «vulnera» la Ley de Protección de Datos. Consciente de que es «difícil» cambiar el proceso de derivación, el coordinador del centro de salud de Sant Josep considera que «una opción sencilla y barata es el diseño de un folio que lleve una banda autoadhesiva en el borde inferior». Así, el médico de familia, una vez escrita toda la información clínica y el diagnóstico, sólo tendría que doblar la hoja y pegarla por debajo de los datos de filiación «quedando ocultos todos los datos clínicos a la vista de otro personal no médico».

Ana María Samper

'Checklist' informatizado en el reenvasado de medicamentos

«Los errores de etiquetado y envasado son habituales», indica Ana María Samper, farmacéutica de Can Misses, en su proyecto, que explica que surge tras recibir «varias notificaciones de errores de reenvasado en los últimos meses»: Baclofeno de 25 mg como de 10 mg y blísteres monodosis etiquetados como ácido fólico de 5mg que contenían metoclopramida (20 mg), entre otros. La idea de Samper es crear especialidades en el programa informático de reenvasado, que los auxiliares comprueben determinados datos (lote, caducidad, dosis y forma) antes de reenvasar y que un farmacéutico verifique y valide el reenvasado. Una checklist con diversas preguntas «evitaría este tipo de errores».

Enrique garcerán

Hacer visible lo invisible

Enrique Garcerán, médico de familia del centro de salud de Can Misses, está cansado de ver el jaleo que se monta entre los pacientes cuando un médico o una enfermera no están en su consulta y debe atenderlos otro profesional. Garcerán explica que aunque se colocan carteles en las puertas, los pacientes no los leen, llegan y se sientan a esperar que los llamen. Pasado un tiempo, al ver que no atiende nadie, van a recepción «con nerviosismo, quejas y reclamaciones» y regresan a la consulta que les toca, tarde o con prisas, «alterando el ritmo y funcionamiento» de la consulta. La solución de este médico es tan sencilla como imaginativa: «un maniquí de tamaño natural vestido de sanitario y realizado de forma muy artesanal». Esto último se ve en las fotos que acompañan el proyecto, en las que se ve un palo de gotero con la cara de cartón del médico y ataviado con una bata de la que cuelga la información. Colocado delante de la puerta de la consulta, es imposible que el usuario no lo vea. Garcerán, con la guasa que le caracteriza, destaca que este médico de pega es «infatigable», no falta nunca al trabajo, está «siempre disponible» y de buen humor y, además, su sueldo es bajo.

Pablo Casaola

UCI segura

Pablo Casaola, enfermero de la UCI de Can Misses propone «crear un entorno más seguro tanto para los profesionales como para los pacientes estableciendo nuevos sistemas centralizados de acceso a la unidad». Casaola asegura que se sienten «vulnerables» debido a que personal «ajeno» a la UCI entra en ella «a horas intempestivas» y pide que se ponga en marcha un «sistema de apertura eléctrico controlado».