La empresa Hermanos Parrot proyecta regenerar la cantera de Can Carabassó, en Sant Miquel (municipio de Sant Joan), durante un periodo de 36 años con el aporte de un total de 287.340 metros cúbicos de áridos y recuperar el paisaje forestal similar al del entorno.

La antigua explotación minera, de 43.200 metros cuadrados de superficie, no tiene ya actividad extractiva. En febrero de 1992 se aprobó un plan de restauración. La modificación que tramita ahora Hermanos Parrot afecta sólo al tipo de material que se prevé utilizar.

El Consell advierte de que el estudio de impacto ambiental del proyecto de restauración de la cantera evalúa de forma «insuficiente» el polvo y el ruido que generarán esta actividad. El departamento de Territorio apunta, en su informe, que el estudio de impacto ambiental hace «referencias genéricas» a los impactos «más relevantes» de la explotación (polvo y ruido) y «desconectadas del caso concreto», ya que «no tiene en cuenta el volumen de materiales que se deberán transportar a la cantera y de sus movimientos interiores».

Sobre esta cuestión, el técnico de Medio Ambiente señala que el estudio de impacto ambiental efectúa «un tratamiento superficial» de la emisión de ruidos durante la actividad de restauración. «Se limita a prever emisiones de 80 decibelios en el extremo de la explotación, y afirma que en las fachadas de las viviendas más cercanas no se superarán los 45 decibelios», apunta.

Así, el informe de Medio Ambiente considera que se debería hacer un estudio acústico de la actividad, con una cartografía de ruido, en consonancia con lo que dispone la ley 1/2007 contra la contaminación acústica en Balears. Según las conclusiones de dicho estudio, «se podrá descartar la afección sobre la población o bien establecer las medidas necesarias para minimizarlas».

«La carretera sí hace ruido»

«La carretera sí hace ruido»

El director general de Hermanos Parrot, Roger Parrot, descarta que la regeneración de esta cantera vaya a causar problemas de ruido. «Al lado, hay una carretera [la que conecta Sant Miquel con Sant Joan] donde sí hay ruido», apunta el empresario, que recuerda que en la cantera no se prevé ningún tipo de tratamiento del material, salvo el trasiego de camiones «puntual» para verter el material y su movimiento . «Si no, ¿cómo vamos a restaurar la cantera? Tenemos la obligación de hacerlo», añade.

La cantera cuenta con una máquina para triturar material que se dejará de utilizar, según apunta el proyecto y confirma Parrot. En todo caso, el informe del departamento de Medio Ambiente del Consell apunta que la restauración prevé «el tratamiento únicamente de aquel material existente en los acopios generados estos años».

Control de entrada de material

Control de entrada de material

Las molestias que pueda generar no se reflejan en el estudio de impacto ambiental, advierte el Consell. De todos modos, Parrot indica que los acopios acumulados son «grava y diversos áridos» aptos para la fabricación de hormigón que se trasladarán fuera de la cantera «para comercializarse». «Ya están tratados, ya han pasado por el circuito de la machacadora. Lo que hay que hacer es retirarlos», dice.

El técnico de Medio Ambiente también alerta de que, en el proyecto sometido a estudio de impacto ambiental, no se refleja cómo se hará el control de la entrada de material en la cantera y «cómo se garantizará que se trata de residuos aptos para la restauración de canteras» . Considera que falta «un protocolo de entrada que incluya un registro de la actividad.

Parrot sostiene que el material que se empleará para regenerar la cantera es «inerte», procedente de otras excavaciones. «No se puede rellenar con otra cosa, como en cualquier otra cantera. No tiene ningún misterio», indica. «No entiendo dónde está el problema. Habrá que explicarlo al Consell. Lo que quiere todo el mundo, el Ayuntamiento, el propio Consell, la empresa y los ciudadanos, es que se restaure la cantera. Poca discusión tiene esto. No tenemos intención de montar ninguna planta. Estamos tranquilos», agrega.