La Asociación Astronómica de Eivissa ha concluido el primer estudio sobre la calidad del cielo nocturno de la isla y ha pedido medidas legales «para evitar la amenaza de la contaminación lumínica», tras comprobar que la calidad general del firmamento todavía «es buena». La investigación, a cargo del profesor del Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid, Jaime Zamorano, cubre casi toda la isla y cuenta con el primer mapa sobre la distribución espacial del brillo del cielo nocturno de ésta y que tiene la función de localizar las zonas más afectadas por la contaminación.

Entre éstas áreas destacan Vila, Sant Jordi, Sant Antoni, y la zona sur del municipio de Sant Josep, además del aeropuerto y las grandes carreteras que conectan Vila con Sant Antoni y Santa Eulària. «Sorprendentemente, todavía quedan bastantes lugares oscuros que permiten observar el cielo nocturno estrellado, pero que están bastante aislados y muy apartados de las grandes áreas urbanas», señala la agrupación, refiriéndose principalmente a la zona de es Amunts, y a «un pequeño rincón» de la zona de Cala d'Hort.

Desde la asociación esperan que el estudio funcione como referente para concienciar de las diferentes administraciones y a la ciudadanía en general, de cara a preservar y mejorar el cielo oscuro de las Pitiusas. Además, aseguran que se ha de imponer una contención o incluso una disminución de la iluminación inadecuada e impulsar la ley de protección del medio nocturno de las Balears por parte del Consell de Eivissa, algo que ya lleva reclamando «desde hace tiempo».

«Un cielo sin luces artificiales es esencial para la práctica de la astronomía y para el adecuado descanso de las personas y la preservación de las especies silvestres», apuntan desde la AAE.