El Consell de Ibiza y el Ayuntamiento de Sant Antoni todavía no saben qué medidas propondrán al plan puesto en marcha por el Govern para luchar contra el turismo de borrachera, a pesar de los dos encuentros que ya se han celebrado, en los que además se aprobaron medidas que ya se pusieron en marcha el año pasado en este municipio.

Tras la reunión del pasado viernes en Palma entre el sector de la hostelería, las fuerzas de seguridad y las administraciones públicas de los municipios más afectados por este turismo, se propuso la creación de una mesa de trabajo con un número reducido de componentes y las instituciones ibicencas acordaron extrapolarlo a la isla para tratar de combatir el turismo incívico.

El director Insular de Turismo del Consell de Ibiza, Vicent Torres Benet, y la regidora de Gobernación, Interior y Protección Civil de Sant Antoni, Aída Alcaraz, estuvieron presentes en el encuentro y ambos coincidieron entonces en que las medidas propuestas ya están en marcha en el municipio portmanyí.

La prohibición de beber en ciertos espacios para evitar los botellones y la masificación de ciertos espacios, la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en ciertos locales (no especificaron cuáles) y la separación de los licores del resto de bebidas sin alcohol son algunas de las nuevas ordenanzas que planteó el Govern balear y que Sant Antoni ya aprobó en las ordenanzas de 2016. Por ello, Alcaraz declaró que buscarán «medidas más concretas», pero reconoció que todavía no saben cuáles.

Alcaraz destacó la propuesta que presentó el Ayuntamiento de Calvià junto con la Guardia Civil y la conselleria de Salud para «inspeccionar los bares y controlar la venta de alcohol, revisar si cuentan con la licencia municipal y limitar la venta de licores en los hoteles de todo incluido».

El Consell pretende que las medidas sean beneficiosas para el resto de la sociedad: «Para los residentes, de manera que el turismo no les moleste y estén bien con los visitantes, y para los turistas, que siempre son bienvenidos, pero tienen que conocer las leyes, respetarlas y cumplirlas», detalló Benet.

Los asistentes a la reunión, que estuvo presidida por la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, acordaron crear una campaña de comunicación dirigida a los turistas para fomentar un turismo responsable y evitar las conductas incívicas.

Benet comentó al respecto que el Consell «apoyará todas las propuestas del Govern» y aseguró que la idea es «trabajar en las iniciativas durante todo el invierno para que el verano que viene los turistas ya sepan las normas de comportamiento y lo que está permitido y lo que no».

El Govern quiere poner en marcha esta campaña en octubre para «mejorar la imagen de Balears como destino que valora la convivencia», y las administraciones acordaron colaborar y darle la máxima difusión posible. Por ello, Benet expuso que el Consell y Sant Antoni están «en fase de preparar la campaña», pero quieren tener «algo» preparado para la próxima feria de turismo que tendrá lugar del 6 al 8 de noviembre en Londres, la World Travel Market.

Sin embargo, las instituciones ibicencas no han iniciado los contactos y aplazan la mesa de debate a «una fecha por determinar».

La campaña tendrá dos objetivos: «Mejorar la imagen de Balears como un destino turístico en que valoramos la convivencia, las actitudes responsables y cívicas, y modificar la percepción y los comportamientos de los turistas», explicó Carbonell.

La directora balear de Turismo también dijo que el objetivo es que el turista «abandone la idea de que aquí todo vale, porque no es así, y que asuman que cuando vengan aquí se tienen que comportar de manera cívica y responsable, del mismo modo que se comportan en sus países de origen».