La moda también tiene ángeles. Bueno, al menos uno. Una. Virginia Vald, la encargada de cerrar la primera noche de Adlib 2017, le puso unas enormes alas a una de sus modelos, que pasearon sus transparencias y brillos al ritmo del 'Crazy in love' de Beyoncé interpretado en directo por una saxofonista tan espigada y proporcionada que buena parte del público dudó de si estaba tocando de verdad. Pero sí. Por muy bien que luciera las transparencias y brillos de la diseñadora, es música.

En el front row (lo que viene a ser la primera fila) algunos de los invitados ilustres grababan con sus móviles las últimas escenas de la noche. Smartphone en alto se pasaron la velada varias blogueras de postín, la mayoría de ellas luciendo joyas o modelazos de algunos de los protagonistas de la noche, que inauguraron las hermanas Lali y Toñi, de Ibimoda, con una delicada y al mismo tiempo atrevida colección de transparencias, gasas, hojas de encaje que parecen trepar por el pecho y descolgarse por los hombros... Bueno, en realidad la noche la abrieron los presentadores, Mar Saura y Miguel Ángel Tobías, que más allá de las equivocaciones (Beatrice San Francisco se convirtió en Beatrice Sanmartín y Elisa Pomar en Elisa Tavar) y de demostrar que son bilingües (castellano e inglés, por supuesto) protagonizaron un momento para enmarcar. Saura alabó el bello entorno en el que se celebra este año la pasarela, con vistas al mar y frente a Dalt Vila. «¿Dónde están las murallas?», preguntó en voz alta. La misma pregunta que se hacían algunos hacía rato.

La respuesta es sencilla: detrás de la pantalla led que presidía la pasarela, por la que desfilaron tres modelos que representan la historia de Adlib: Olive, una de las primeras maniquís; Silvia, que encandiló con sus contoneos y sus canas; Mireia Canalda y Ana Vide, que aún participan cada año.

Los presentadores interrumpieron su primera intervención para dar la bienvenida a la madrina de la pasarela, la actriz Cayetana Guillén Cuervo, que llegó tarde. Monísima, es cierto, pero tarde. Se sentó junto a la consellera de Industria, Marta Díaz, que lució transparencias negras de Alfonso Sánchez (ganador de Futur Adlib) y compartió fila con otros rostros conocidos: la periodista Isabel Jiménez, que departió animadamente con el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, que a medio desfile tuvo que ausentarse para cubrir su fashion americana menta con una chaqueta; Olivia Molina, Manuela Vellés (mucho más animada que el viernes) y María Castro, que tuvo como compañero de noche al senador Santi Marí. Entre el público también estaba la exvedette Norma Duval, acompañada de unas amigas.

La colección más aplaudida de la noche fue, sin duda, la de World Family Ibiza. Aplaudida y cantada. Porque los integrantes de la familia, sus amigos y sus empleados acompañaron la música con gritos tan étnicos como las prendas que subieron a la pasarela. Mucho color, flecos de piel y tejidos de medio mundo. Fue de los pocos colores, junto a la ecléctica colección de Evitaloquepuedas, que se vieron sobre la pasarela. Y eso que, en esta ocasión, en las dos jornadas desfilarán mezclados los creadores más tradicionales que representan el Adlib puro con los más vanguardistas.

La combinación de colores más repetida ayer fue el blanco con el crudo, desde el más ligero al que roza ya el tostado. Fue la opción escogida por alumnas de la Escola d'Arts, que saludaron emocionadas al público, para representar las diferentes texturas del mar. También la de Rebeca Ramis, que combinó estos colores con cinturones y chalecos de placas metálicas que a más de uno le recordaron a Paco Rabanne. El crudo y el tostado fueron dos de los colores principales de las prendas sin género de Nanou Couture, aunque también se pudo ver algún verde. Marisa Cela osciló entre el dorado y el negro en su colección protagonizada por las transparencias (pocas colecciones las evitaron) mientras que Dira Moda Ibiza y Monika Maxim apostaron todo al blanco. La primera combinó el algodón, los encajes y blondas con piezas de tul mientras que en la propuesta de la segunda, que debutó ayer sobre la pasarela, se nota la influencia de los diez años que pasó trabajando con Luis Ferrer. Los sombreros dorados y las chaquetas al más puro estilo maestro de ceremonias de circo (terciopelo rojo, estampado de guepardo, pasamanería...) dieron el toque diferente a las creaciones vaporosas, cuajadas de encajes y en tonos claros de Linnea Ibiza, que precedió en la pasarela a la rockera Ibiza Stones. Faldas de tul, tops con tachuelas, mallas de rejilla, denim... 'The rebel girl in me will never die' (la niña rebelde que hay en mí nunca morirá), se leía en la espalda de una de las camisetas. Los amantes de las joyas tuvieron doble ración. Y bien diferenciada. Primero llegaron la plata pulida y las piedras de Giampaolo Giardina (que se habían podido ver desde primera hora de la noche colgando de los lóbulos de las blogueras) y luego las telas de alfombras y tapices, la rafia, el fieltro, el nácar y los abalorios de K de Kose-Kose, una combinación impactante que, sobre la pasarela, hizo viajar a los asistentes a un tiempo pasado, incierto, exótico, oscuro.

Adlib continuará hoy a las nueve de la noche en el muelle de carga, con las 14 firmas restantes (no se ha hecho selección): Elisa Pomar, Vintage Ibiza, Jannine Helbling, Espardenyes Torres, Luisa Tur Adlib, Tanit Jeans Ibiza, Siempreprimavera, Beatrice San Francisco, BSF Man, Piluca Bayarri, Isabel Castellar, Ichiana Ibiza, Ivanna Mestres y Tony Bonet. Repiten los presentadores, que ayer animaron, sin éxito, al presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres, a desfilar. Quizás si hubieran invitado a la consellera...