Consciente del grave problema de acceso a la vivienda que padecen lugares como Ibiza, el Gobierno elevará un 50% el techo de los alquileres que pueden beneficiarse de las ayudas estatales. Así, si hasta ahora quedaban fuera de las subvenciones los arrendamientos de más de 600 euros mensuales, que en las Pitiusas resultan ser prácticamente todos, en adelante también podrán pedirlas quienes paguen hasta 900 euros de alquiler.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez, reconoció ayer que «los alquileres no son iguales en todo el territorio». Así que «merece la pena el esfuerzo» para que también los pitiusos puedan optar a esas subvenciones. Aunque habrá que esperar, porque la medida se aplicará con el próximo Plan de Vivienda, que estará en vigor entre 2018 y 2021.

«Las personas que sean elegibles para estas ayudas» recibirán, hasta los 600 euros de alquiler, una subvención del 40%, mientras que quienes paguen hasta 900 euros mensuales tendrán «una ayuda del 30% adicional», según detalló Gómez. «El Gobierno ha sido sensible a este problema», afirmó el secretario de Estado. Según sus análisis, «toda Ibiza es elegible para bonificar ese incremento [del techo] hasta los 900 euros. Esto no resuelve la situación pero es un esfuerzo del Ministerio de Fomento para paliarla», argumentó.

Reclamación histórica

Reclamación histórica

Elevar el techo del alquiler era una de las reclamaciones históricas de las islas, donde el encarecimiento de los pisos hacía imposible dar con un arrendamiento por debajo de ese límite, pensado en su momento para no subvencionar un alquiler a precio de hipoteca, o de vivienda de lujo para los estándares de otros lugares del Estado.

Así, se daba la paradoja de que con una renta idéntica, un trabajador de la Península podía acogerse a estas ayudas mientras el isleño se quedaba fuera por el solo hecho de tener que pagar mucho más por su casa. Así que la mayoría de arrendatarios de las islas, debido a la carestía de la vivienda, no han tenido hasta ahora la opción de acogerse a unas subvenciones pensadas, precisamente, para facilitar el acceso a una casa a quienes lo tienen más difícil.

Más flexibilidad

Más flexibilidad

Julio Gómez también alabó la «mayor flexibilidad» de los programas del nuevo Plan de Vivienda, que permitirá que los gobiernos autónomos «puedan mover fondos según sus necesidades». Así, corresponderá a cada región la decisión de destinar más a incentivar el alquiler o la rehabilitación de vivienda, por ejemplo.

Todo ello mientras el Govern reclama la firma del convenio para prorrogar el Plan de 2017 y conceder las ayudas de este año, que desbloquearía la llegada de una aportación del Estado de 5,8 millones de euros. Gómez explicó se está trabajando en el real decreto y se debe remitir «a todas las instituciones públicas y privadas para que hagan las alegaciones y las aportaciones, y una vez que se recojan se aprobará y se pondrá en marcha lo antes posible».

Gómez visitó ayer junto al alcalde de Vila, Rafa Ruiz, la rehabilitación del baluarte de Sant Jordi, «el último que faltaba por recuperar», como señaló el redactor del plan de murallas de Ibiza, Fernando Cobos. Las obras han costado 373.704 euros, de los que el Gobierno ha aportado el 68% con cargo al denominado «uno por ciento cultural, aunque a día de hoy ya se invierte el 1,5%», comentó Gómez. Ruiz recordó que el resto lo aportó el Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad.