­Los yates que durante los últimos años han fondeado frente a la ciudad de Ibiza, desde es Soto y frente a ses Figueretes hasta el comienzo de Platja d´en Bossa, han arrasado 200 hectáreas de pradera de posidonia, según comprobó ayer el biólogo marino Manu San Félix, que se sumergió en la zona a primeras horas de la mañana para medir, fotografiar y filmar la zona devastada por las anclas de esos buques. Las 200 hectáreas (el equivalente a 200 campos de fútbol) son un dato preliminar que concretará, con cartografía detallada, a finales de este año.

Dada la magnitud de lo que ayer vio bajo el mar y la urgencia de que se detenga el destrozo de unas praderas consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, San Félix, un reputado científico y fotógrafo, no quiso esperar hasta diciembre para divulgar los datos exactos: «El daño es de unas dimensiones muy grandes. Cada día, un barco de más de 40 metros de eslora puede llegar destrozar 12.000 metros cuadrados de pradera, dependiendo del viento y de la longitud de la cadena. Estamos al límite. No podemos perder ni un metro cuadrado más», alertó.

El peligro son ese centenar de megayates de más de 40 metros de eslora que anclan a diario en torno a las Pitiusas, según San Félix, quien advierte de que hay muchas zonas expuestas a la presión del fondeo: «Cada año hay más barcos y más grandes y donde antes no había ninguno ahora los hay y muchos». Entre las zonas más castigadas en los últimos años están Porroig, Talamanca, ses Illetes, s´Espalmador, es Racó de s´Oli y el Llevant de Formentera, según detalla. Precisamente, según un estudio previo realizado por San Félix, entre 2008 y 2012 desapareció buena parte de la pradera de posidonia del Parque Natural de ses Salines, entre el puerto de la Savina y s´Espalmador, que es la zona de mayor presión de fondeos: en es Racó de s´Oli fue arrasada el 16%, en ses Illetes casi el 23%, y en s´Espalmador, el 44%.

Cicatrices en el fondo

En las fotografías captadas ayer por la mañana por el biólogo marino se observan zonas de 66 metros cuadrados arrancadas por una sola ancla frente a Platja d´en Bossa: «Es un lugar habitual de fondeo de barcos grandes para pasar la noche. Cada día destruyen entre unos 10.000 y unos 12.000 metros cuadrados de pradera, según nuestros cálculos». En esas imágenes se aprecian las erosiones, las cicatrices que ayer mismo dejaban sus gigantescas anclas.

A juicio de San Félix, el problema con el fondeo masivo «se debe a la falta de gestión. Al igual que en tierra desde hace años se gestiona el aparcamiento, en muchos lugares del mar también hay que hacerlo». Para ello sugiere instalar fondeos ecológicos e informar a los navegantes de los lugares donde se encuentran las praderas: «Es necesario más información y vigilancia. Si cuidamos y protegemos nuestros fondos marinos los primeros agradecidos serán los turistas náuticos que vienen aquí con sus barcos atraídos por la excelencia de nuestras costas».

Cartografía de Migjorn

En octubre, Manu San Félix (a través de Vellmarí y Oceansnell) comenzará a elaborar una cartografía de detalle de las praderas en el área de Migjorn de Formentera gracias al apoyo de la Fundación para la Conservación de Ibiza y Formentera: «Es una de las praderas más grandes y en mejor estado del Mediterráneo y me preocupa mucho porque antes era muy raro que se viesen barcos fondeados allí. Ahora es normal que vayan allí los enormes».

Además, Manu San Félix prepara una publicación científica junto a Núria Marbà, investigadora científica del Imedea, sobre el impacto del fondeo en posidonia.