El hospital Can Misses realizó ayer sus primeras cuatro resonancias magnéticas pediátricas, es decir, a menores, según confirmó la gerencia del Área de Salud de Ibiza y Formentera. Un portavoz del centro hospitalario explicó que para poner en marcha este nuevo servicio ha sido necesario adquirir «material tecnológico de última generación» específico para sedación en resonancias magnéticas: respirador, sistemas de monitorización y de administración de medicación.

Este mismo portavoz explica que para poder hacerle una resonancia magnética a un niño es necesario sedarlo para que esté completamente quieto. Por este motivo, para poder incluir estas pruebas en la cartera de servicios del hospital, se ha creado un equipo multidisciplinar que garantiza la seguridad del paciente. Este equipo está formado por anestesistas, enfermeras de quirófano y de Radiología, técnicos de rayos, radiólogos y celadores.

En la sesión inaugural de ayer por la mañana participaron el jefe del servicio de Radiología, Gustavo Scalvini; el supervisor de Enfermería de este servicio, Francisco García, la anestesista Leticia Villaverde, la enfermera de quirófano Belén Ortiz, los técnicos de rayos Álvaro Boza y Mar Torné y el celador Christian Ambrós.

Desde el hospital destacan que la previsión no es que únicamente solicite esta prueba diagnóstica el servicio de Pediatría, sino también otros que cuentan con niños entre sus pacientes, como es el caso de Cirugía Oral y Maxilofacial, Traumatología, Cirugía Pediátrica y Otorrinolaringología.

Hasta ahora, el Área de Salud de Ibiza y Formentera derivaba a los pequeños que necesitaban una resonancia magnética tanto al hospital de Son Espases, en Mallorca, como a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, con la que tenía convenio. Un portavoz de la gerencia insistió ayer en que estas pruebas eran gratuitas para las familias y que, salvo que quisieran adelantar la fecha de realización y no esperar, el coste lo ha asumido siempre el Ib-Salut.