El Ayuntamiento de Ibiza está decidido a llevar a cabo la reordenación del tráfico que alterará de forma radical la circulación en la ciudad. El estudio que se encargó en diciembre a una empresa por 12.000 euros sólo ha introducido un matiz: mejor acometer esos cambios en dos etapas para evitar la saturación de la red urbana. Primero, a partir de octubre, se adoptarán las medidas previstas en el acceso a los barrios históricos y Vara de Rey, aprovechando la peatonalización de s´Alamera y la plaza del Parque. La segunda fase, que dejará con un único sentido las principales avenidas, se acometerá en otoño de 2017.

Tras varios meses de estudios, el equipo de gobierno sigue convencido del cambio de sentido de las avenidas de Santa Eulària y Bartomeu de Rosselló, que serán sólo de salida; mientras que Ignasi Wallis y la avenida de España serán las principales entradas a Vila -aunque esta última mantendrá un carril de salida en su tramo final-.

En cuanto a lo más inmediato, se prevé realizar el cierre al tráfico del entorno de Vara de Rey en octubre. Los vecinos seguirán teniendo acceso a la zona, aunque este cambiará durante las obras. En esta etapa, y hasta el verano que viene, se invertirá el sentido de circulación en Bartomeu Vicente Ramón hacia la avenida de Santa Eulària y la calle Comte Rosselló, desde la que se accederá de forma ya definitiva tanto a la Marina como a Dalt Vila y no por Jaume I, como hasta ahora. En esta fase también se unificará la circulación del tramo de Ignasi Wallis entre las avenidas de España y de Isidor Macabich, que será sólo de salida.

Más seguridad

Los representantes de Cinesi, la consultora responsable del estudio de la reordenación del tráfico en Ibiza, defendieron las virtudes de estos cambios, que suponen «una apuesta por la movilidad sostenible», según dijeron ayer en la presentación de sus conclusiones junto al alcalde, Rafa Ruiz, y el concejal de Movilidad, Juan José Hinojo.

Según las simulaciones que han realizado con los datos de intensidad diaria que recoge el Consell, el antiguo Plan de Movilidad Urbana Sostenible de 2007 y un estudio de campo acometido este invierno -que completarán con una nueva recogida de datos en verano-, los cambios darán «más fluidez y seguridad en la circulación» porque se simplifican los cruces y se suprimen giros a la izquierda, donde se concentran el mayor número de siniestros en ciudad. Además, la pacificación del tráfico en Vara de Rey y Jaume I «tendrá un efecto disuasorio» para el tráfico rodado. De hecho, esperan reducir el ´tráfico de agitación´, como se denomina al deambular de los coches buscando aparcamiento, por ejemplo.

Además, advierten de las complicaciones que supondrá, tras la primera fase, el tráfico de paso por Bartomeu Vicente Ramón. También el incremento de la circulación en Bisbe Huix, como alternativa a Ignasi Wallis, por lo que aconsejan mejorar sus intersecciones. También prevén un aumento del tráfico en Carles III, que quedará como el único vial en sentido oeste a la derecha de Ignasi Wallis.

Tras el cambio, según las simulaciones, Ignasi Wallis concentrará el tráfico de entrada en Vila con hasta 1.600 coches/hora. Desde Vara de Rey llegarán otros 700. Del total, 900 girarán hacia Bartomeu Rosselló y 1.300 tomarán Isidor Macabich.

Entre 200 y 300 aparcamientos

Hinojo destacó que Vila aborda un «cambio de paradigma» en la apuesta por la movilidad sostenible, basado «en datos científicos». Esta apuesta permitirá «modernizar y poner a punto la ciudad» para «los grandes proyectos de movilidad que se podrán llevar a cabo».

El concejal de Movilidad también señaló que la pérdida de plazas de aparcamiento que supondrá peatonalizar Vara de Rey y su entorno se recuperará reconvirtiendo en plazas de zona azul uno de los carriles de las avenidas donde se unificará el sentido del tráfico -pasarán de tres a sólo dos carrilles-. Según sus cálculos, se ganarán «entre 200 y 300 aparcamientos» en la avenida de España, en Isidor Macabich y, tras la segunda fase de la reconversión, también en los dos carriles que perderá la avenida de Santa Eulària, que actualmente alcanza los cuatro en su tramo final.

El alcalde abundó en que se trata de una «apuesta valiente» en la que se busca hacer «una ciudad más humana y saludable». Se trata de resolver la «alta densidad del tráfico» que sufre Vila, especialmente en verano, con unos cambios que requerirán «mucha pedagogía» para asegurar la comprensión de los ciudadanos.

Rafa Ruiz adelantó que el Ayuntamiento estudia ampliar el aparcamiento de es Gorg y que implantará un plan piloto de transporte público para llevar a sus usuarios hasta el centro.